Tres de cada cinco estudiantes de 5° básico muestran prevalencia de obesidad
Según el reciente informe del Mapa Nutricional 2022, realizado por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), se ha revelado que tres de cada cinco estudiantes de 5° básico en Chile presentan prevalencia de obesidad y obesidad severa. Estos datos alarmantes han llevado al Ministerio de Educación (Mineduc) a analizar las posibles causas, señalando que los cambios físicos y emocionales durante la transición a la adolescencia, así como el regreso a clases presenciales después de la pandemia, podrían estar contribuyendo a este problema.
Los resultados también revelan que la obesidad en niños y niñas se concentra principalmente en el sur del país, siendo las regiones de Aysén, Magallanes y el Maule las más afectadas en este curso. Además, se ha observado que los estudiantes más vulnerables socioeconómicamente tienen un riesgo 18,9% mayor de padecer obesidad en comparación con los menos vulnerables.
En relación a las comunas de la Región Metropolitana, se destaca que las más vulnerables presentan un mayor riesgo de retraso en talla y obesidad. Ante esta situación, la directora nacional de Junaeb, Camila Rubio, enfatizó la importancia de focalizar la política pública y de involucrar a la comunidad y a las familias para hacer frente a estas cifras preocupantes.
El informe también muestra que la obesidad severa es más común en los cursos de kínder y 1° básico, superando el 10% de prevalencia, mientras que la obesidad menos severa predomina en alumnos de 5° básico, con una prevalencia superior al 20%. Sin embargo, un dato positivo es que la obesidad infantil disminuyó un 4,8% durante el año 2022.
Jessica Moya, nutricionista y académica del Departamento de Nutrición de la U. San Sebastián, hizo hincapié en que abordar la obesidad infantil requiere una educación alimentaria integral que involucre a las familias. Mencionó que muchos niños llegan a la educación escolar con niveles altos de obesidad o sobrepeso, por lo que es fundamental contar con un apoyo integral desde la familia. Además, enfatizó que las intervenciones educativas deben considerar las condiciones y dificultades que enfrentan las familias, así como los recursos disponibles para mejorar la salud de los niños.
Estos resultados llaman a una acción conjunta de los actores involucrados, incluyendo al Estado, las escuelas, las familias y la comunidad en general, para abordar de manera integral el problema de la obesidad infantil en Chile y promover hábitos alimentarios saludables desde una edad temprana.
