La Nueva Constitución , razones para aprobar o rechazar (Prof. Guillermo Cortés Lutz , Doctor en Historia, Grupo de Estudios de Atacama GEA)

Sin duda,  escribir una nueva carta magna o nueva constitución, era una necesidad política para  Chile, y en especial para sus regiones.    Y como ya sabemos en el plebiscito del 25 de octubre  de  2020 , aproximadamente  un 78 %   estuvo por una nueva constitución, y que esta fuera hecha por una convención  constitucional.   Hoy día , y ya con varios artículos redactados por esta Convención,   donde  el artículo N° 1 es, sin duda  simbólico;

   «Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural y  ecológico.   Se constituye como una República solidaria, su  democracia es paritaria … ”. Lo anterior   nos   da una pincelada de lo que puede ser un nuevo pais,  enmarcado en estándares democráticos  más modernos y  de más profundidad en cuanto a derechos sociales, de participación regional y de seguridad económica.

No obstante, lo anterior, es totalmente valido cuestionar el proceso y los acuerdos, democráticos que allí se toman.  De allí que  el estudio comparativo, y el pensamiento crítico  e informado sobre este hito , nos puede arrojar  luces para la decisión de aprobar o rechazar.

Históricamente, todas las constituciones chilenas , han sido escritas por hombres de Santiago,  a lo mucho alguno de Valparaíso o Concepción,  nunca fueron electos, siempre designados,  en más de un 90 %   fueron ultraconservadores, católicos  y hombres ricos o muy ricos,   por lo  tanto la  forma de pensar y ver Chile  de este grupo minoritario y dueño de muchos  privilegios,  modeló las constituciones.   Tampoco, nunca hubo mujeres,  menos ciudadanos  indígenas, y  tampoco chilenos  de regiones.

Por lo anterior podemos   decir críticamente y con cierta objetividad histórica, que este proceso entrega   garantías de pluralidad, lo que sin duda es importante en cuanto a recoger las necesidades y anhelos de la ciudadanía, y  por supuesto nos da información valiosa   a la hora de tomar la decisión de Aprobar la nueva Constitución,  o de  no hacerlo, y  bueno  volver a las antiguas constituciones.