
Una de las ofensivas más intensas de los últimos meses tuvo lugar en la madrugada de este jueves en Kiev, luego de que Rusia respondiera con misiles y drones a las reiteradas propuestas de tregua formuladas por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, desde el pasado domingo.
Según el balance entregado por las autoridades ucranianas, al menos nueve personas murieron y más de 70 resultaron heridas en diversos distritos de la capital. Decenas de edificios residenciales y comerciales, además de vehículos, almacenes y otras infraestructuras civiles, sufrieron importantes daños o fueron completamente destruidos.
El ministro del Interior de Ucrania, Igor Klimenko, informó que los servicios de emergencia continúan las labores de búsqueda entre los escombros, en especial en el distrito de Sviatozhin, el más afectado por el ataque. Allí se registró la mayor parte de las víctimas mortales, según confirmó el alcalde de Kiev, Vitali Klichkó.
Rusia calificó el bombardeo como «masivo» y aseguró que tuvo como objetivo instalaciones militares, entre ellas fábricas de misiles, tanques, maquinaria pesada, y centros de producción de municiones y combustible. El Ministerio de Defensa ruso precisó que se utilizaron armas de largo alcance y alta precisión.
De acuerdo con la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia disparó un total de 70 misiles y desplegó 145 drones, incluyendo drones kamikaze Shahed. Entre los misiles utilizados se cuentan 11 balísticos Iskander-M, 37 de crucero Kh-101, seis Iskander-K, 12 Kalibr, y otros cuatro guiados Kh-59. Las defensas aéreas ucranianas lograron interceptar 48 misiles, un porcentaje inferior al registrado en meses anteriores, atribuible a la creciente escasez de sistemas antiaéreos y municiones.
El presidente Zelenski condenó el ataque como una nueva prueba de la negativa de Rusia a cesar la guerra y solicitó a su ministro de Defensa, Rustem Umérov, comunicar de inmediato a los aliados internacionales las necesidades urgentes para reforzar la defensa aérea del país.
El ataque también provocó daños en otras regiones de Ucrania, incluyendo Járkov, Dnipropetrovsk, Zhitómir, Zaporiyia y Jmelnitski.
En paralelo, y en la víspera del bombardeo, el expresidente estadounidense Donald Trump volvió a criticar a Zelenski por su negativa a reconocer la soberanía rusa sobre Crimea, uno de los puntos centrales del plan de paz propuesto por Washington. Trump, sin embargo, no se ha pronunciado sobre los recientes ataques rusos contra zonas residenciales.