
El gabinete de seguridad de Israel aprobó la noche del lunes una expansión de sus operaciones militares en Gaza, junto con un nuevo esquema para permitir el ingreso de ayuda humanitaria al enclave, bloqueada totalmente desde el 2 de marzo, según informó la prensa israelí.
De acuerdo con el diario Israel Hayom, la estrategia busca aumentar gradualmente la presión militar sobre la Franja para forzar a Hamás a aceptar un alto el fuego. Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, más de 52.200 personas han muerto en Gaza.
La reanudación de la ayuda humanitaria incluiría mecanismos para evitar que Hamás acceda a los insumos, según indicó Yediot Ahronot. Pese a ello, la medida generó desacuerdos dentro del gabinete, especialmente entre quienes rechazan permitir la entrada de alimentos y medicinas tras más de dos meses de bloqueo total.
Durante la sesión, el primer ministro Benjamín Netanyahu señaló que el enfoque táctico se desplazará “del método de incursiones al de ocupar territorios y permanecer en ellos”. Esto implicaría tomar más zonas dentro del enclave y promover el desplazamiento de la población hacia el sur, aunque gran parte de esa área ya está bajo control del Ejército israelí tras ocupar la ciudad de Rafah.
A pesar de que la zona humanitaria de Mawasi había sido designada como segura para los desplazados, Israel dejó de considerarla así desde el pasado 18 de marzo.
El debate interno en el gabinete incluyó una tensa discusión entre el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Eyal Zamir. Mientras Ben Gvir se opuso tajantemente a permitir la entrada de ayuda —e incluso propuso bombardear los almacenes de alimentos de Hamás—, Zamir lo acusó de poner en riesgo a la población y de desconocer las obligaciones del derecho internacional.
Según datos de las autoridades sanitarias de Gaza, al menos 54 personas, en su mayoría niños, han fallecido por causas relacionadas con la desnutrición desde el inicio de la ofensiva. Este bloqueo ha sido el más prolongado desde el estallido del conflicto. En noviembre de 2024, la UNRWA reportaba la entrada de apenas 92 camiones diarios, frente a los aproximadamente 500 que ingresaban antes de la guerra, cifra ya considerada insuficiente en ese entonces.
Desde la oposición, el líder de la formación Los Demócratas, Yair Golan, acusó al Gobierno de utilizar la operación militar no por razones de seguridad, sino como una estrategia política. “Ya no es una operación temporal, sino un movimiento que prepara para la presencia permanente en el área, parte de hacer las fantasías de Ben Gvir y Smotrich realidad”, denunció en la red X.