
Un juez federal en Massachusetts arremetió contra la Administración de Donald Trump por enviar migrantes a África Oriental, en aparente violación de una orden judicial que prohíbe deportaciones hacia países donde los afectados puedan ser objeto de tortura.
El magistrado Brian Murphy desestimó una solicitud del Gobierno republicano para reconsiderar y pausar la orden que exige evaluar los casos de migrantes incluso fuera del territorio estadounidense. En un documento emitido la noche del lunes, acusó a las autoridades de tergiversar las instrucciones del tribunal y de estar “creando el mismo caos que critican”.
La controversia surgió tras la denuncia de abogados defensores de derechos humanos, quienes revelaron que ocho migrantes —entre ellos dos cubanos y un mexicano— fueron enviados la semana pasada en un vuelo hacia Sudán del Sur. Posteriormente, funcionarios confirmaron al juez que la aeronave aterrizó finalmente en Yibuti.
Los migrantes, con antecedentes penales por delitos como homicidio y posesión ilegal de armas, continúan bajo custodia de autoridades estadounidenses. A pesar de su expulsión del país, el juez Murphy ordenó que se les realicen entrevistas de “miedo creíble” en el exterior, para evaluar si califican para la protección establecida en la Convención contra la Tortura.
La ley estadounidense prohíbe expresamente las deportaciones hacia terceros países donde los migrantes puedan ser víctimas de tortura. El caso, que involucra a personas originarias de Cuba, Laos, México, Birmania, Vietnam y Sudán del Sur, marca un nuevo enfrentamiento entre el Ejecutivo y el poder judicial ante las políticas migratorias intensificadas bajo el mandato de Trump.
En otro episodio reciente, Washington envió en marzo a más de 200 migrantes, mayoritariamente venezolanos, a una megacárcel en El Salvador, donde permanecen incomunicados de familiares y abogados. Según se informó, el traslado fue parte de un acuerdo confidencial entre Trump y el presidente salvadoreño Nayib Bukele, que contemplaría un pago de seis millones de dólares por alojarlos durante un año.