Un completo simulacro de emergencia se realizó en el Aeropuerto Desierto de Atacama, con el propósito de evaluar y optimizar la capacidad de respuesta frente a situaciones críticas de aviación. La actividad fue liderada por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y contó con el apoyo de Senapred, Bomberos, Carabineros, Armada, PDI, SAMU y otras instituciones que conforman el sistema regional de respuesta a emergencias.
El ejercicio puso a prueba los protocolos de evacuación, rescate y atención médica de urgencia, así como los mecanismos de coordinación interinstitucional y la efectividad de las comunicaciones en contexto de crisis. Los resultados del simulacro serán analizados para identificar áreas de mejora que fortalezcan los planes de emergencia.
Winston Rowlands, jefe de la DGAC del aeropuerto Desierto de Atacama, explicó que esta actividad se desarrolla cada dos años y tiene como objetivo medir tanto la eficiencia de los servicios internos de la DGAC como la respuesta de los organismos externos. “Lo que buscamos es responder rápidamente a la emergencia para crear condiciones tolerables de vida para los ocupantes de una aeronave, atender al máximo de personas y restituir los servicios para que el aeropuerto vuelva a la normalidad lo antes posible”, señaló. Además, destacó la importancia de la coordinación con otras instituciones, afirmando que “la tarea la tenemos que sacar entre todos y todas, no solamente la DGAC sino una respuesta de toda la comunidad, ya que es la comunidad la que se ve afectada”.
El simulacro simuló la falla hidráulica de un avión comercial que, tras despegar, debió retornar y terminó estrellándose en la pista. Este escenario permitió evaluar de forma realista los tiempos de respuesta y la operatividad de los equipos de emergencia. La DGAC ha incrementado progresivamente la intensidad y complejidad de estos ejercicios, con el objetivo de asegurar un entorno aeroportuario más seguro.
El ejercicio involucró a todas las áreas operativas de emergencia del aeropuerto, permitiendo identificar puntos críticos y oportunidades de mejora que serán abordadas para optimizar la seguridad de los pasajeros y el personal.
