
Diversos organismos internacionales han ajustado a la baja sus proyecciones de crecimiento para la economía chilena en 2025, posicionando al país entre los de menor dinamismo económico en América Latina. Tanto el Banco Mundial (BM) como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) han advertido de un panorama moderado, con factores estructurales e institucionales que limitan un despegue más sólido.
El Banco Mundial estimó el pasado 10 de junio un crecimiento del PIB chileno de 2,1% para este año, una décima menos respecto a su proyección de enero. Para el periodo 2026-2027, el organismo espera un promedio de crecimiento del 2,2%. Aunque destacó una recuperación de la demanda interna y un repunte de las inversiones en minería, particularmente en cobre y aluminio, advirtió que la “persistente incertidumbre institucional” podría seguir frenando inversiones, especialmente en sectores estratégicos como la minería y la tecnología.
El FMI, por su parte, actualizó en abril su previsión para el PIB chileno a un 2% en 2025, dentro del rango más bajo de la región. Ya en noviembre del año pasado había proyectado un crecimiento entre 2% y 2,5% para este ejercicio, mientras que para 2026 anticipa un leve aumento hasta 2,2%.
Coincidiendo con estas cifras, la Cepal también ubicó a Chile entre los países con menor crecimiento proyectado (2,2%). En su más reciente informe, resaltó que otros países como Argentina mostrarían un mayor dinamismo, en contraste con Chile, Brasil (2%), Bolivia (1,8%), Ecuador (1,5%) y México (0,3%), entre otros.
A nivel local, el Banco Central publicó su Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, donde mejoró levemente el rango de crecimiento para este año a entre 2,0% y 2,75%, frente al rango anterior de 1,75%-2,75% estimado en marzo. Además, mantuvo la tasa de interés en 5%, destacando el contexto de “importante incremento de la incertidumbre a nivel global”, afectado por tensiones comerciales —como las originadas por el llamado “Liberation Day”— y el conflicto en Medio Oriente.
Desde el Gobierno, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, valoró el contenido del IPoM, señalando que el documento “confirma un panorama que el Gobierno ya venía observando”, aunque reconoció la necesidad de tener presentes los riesgos asociados al entorno económico global.
No obstante, el país enfrenta presiones fiscales adicionales derivadas de la sobreestimación de ingresos, errores de proyección y desbalances en el cumplimiento de metas fiscales. El Banco Central recalcó que, pese al contexto externo complejo, el escenario actual mantiene una moderación en los precios y un dinamismo levemente mayor al de semestres anteriores.