
Preocupación ha generado entre la comunidad científica internacional el inesperado aumento de la salinidad en el océano Antártico, fenómeno que estaría elevando la temperatura del agua y acelerando la pérdida de hielo submarino, lo que podría tener graves consecuencias para el equilibrio climático global.
El hallazgo fue publicado este lunes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), y plantea un cambio drástico de tendencia respecto de lo observado en décadas anteriores. Según el informe, hasta hace poco la superficie del océano Antártico se volvía menos salina y más fría, lo que favorecía la expansión del hielo marino. Sin embargo, desde 2015 se ha registrado un aumento repentino de la salinidad en aguas ubicadas por debajo de los 50° de latitud, acompañado del resurgimiento de la polinia Maud Rise, una extensa abertura en el hielo marino del mar de Weddell que deja al descubierto aguas profundas más cálidas.
La investigadora Estrella Olmedo, del Instituto de Ciencias del Mar, confirmó esta alerta al señalar que “el declive del hielo marino en la Antártida coincide con un aumento de la salinidad del mar en toda la región”, advirtiendo que el resurgimiento de aguas profundas debilita la capa de hielo desde su base.
Entre las consecuencias más preocupantes se encuentra el posible colapso del sistema natural de captura de dióxido de carbono y calor, lo que convertiría al océano Antártico en emisor neto de gases y energía térmica, profundizando el cambio climático.
«Es una señal de alarma«, expresó Olmedo, quien llamó a implementar medidas políticas inmediatas ante la vulnerabilidad del escenario actual.