
Un robot quirúrgico autónomo, entrenado con inteligencia artificial y videos de operaciones reales, logró extirpar una vesícula biliar sin intervención humana directa y con una precisión del 100%, en un avance que científicos califican como «transformador» para la robótica médica.
La intervención se realizó en modelos de cerdo ‘ex vivo’ como prueba de concepto, pero sus desarrolladores aseguran que marca un hito hacia una nueva era de autonomía quirúrgica. El robot, denominado SRT-H, fue diseñado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins y sus capacidades superan con creces las de sistemas anteriores.
Durante la operación, la máquina no solo ejecutó los pasos técnicos del procedimiento, sino que también respondió a instrucciones verbales del equipo médico, de manera similar a como lo haría un residente en formación con su mentor. El sistema es capaz de adaptarse en tiempo real, tomar decisiones y corregirse automáticamente ante imprevistos, algo impensado hasta hace poco en el campo de la cirugía asistida por robots.
A diferencia del modelo anterior STAR, que operaba bajo condiciones controladas y siguiendo un plan rígido, el SRT-H incorporó aprendizaje automático avanzado, basado en la misma arquitectura de IA que impulsa a modelos como ChatGPT. Fue entrenado con videos subtitulados de cirugías de vesícula biliar realizadas por médicos de Johns Hopkins en cadáveres porcinos.
La operación que ejecutó incluyó 17 pasos, entre ellos la identificación precisa de conductos y arterias. Aunque su ejecución fue más lenta que la de un cirujano humano, los resultados fueron equivalentes a los de un profesional experimentado.
«Este avance nos lleva de los robots que pueden ejecutar tareas quirúrgicas específicas a los que realmente comprenden los procedimientos», destacó Axel Krieger, autor del estudio, publicado en la revista Science Robotics. Para su colega Ji Woong ‘Brian’ Kim, este experimento demuestra que «los modelos de IA pueden ser lo suficientemente fiables como para la autonomía quirúrgica».
Los investigadores creen que este modelo representa un paso clave hacia el desarrollo de sistemas que puedan apoyar o incluso ejecutar cirugías complejas de forma autónoma, con precisión y capacidad de adaptación.