El canciller Alberto van Klaveren afirmó este jueves que el cobre que Chile exporta a Estados Unidos —y que a partir del 1 de agosto podría ser gravado con un arancel del 50%— es “esencial” para los planes de reindustrialización del gobierno del presidente Donald Trump.
“Estados Unidos va a necesitar nuestro cobre porque es de alta calidad y es esencial justamente para los proyectos de reindustrialización que tiene la Administración de Estados Unidos”, señaló el ministro en rueda de prensa.
Chile, principal productor mundial de cobre, es también el mayor proveedor del metal rojo para Estados Unidos, que además importa desde Canadá, México, Perú y la República Democrática del Congo, entre otros. El país sudamericano envía actualmente un 11,3% de su producción anual al mercado estadounidense, lo que equivale a unas 500 mil toneladas, el 70% de ellas producidas por Codelco.
La mayor parte de los envíos corresponde a cátodos y secciones de cobre refinado, precisamente el tipo de producto que podría quedar afecto al nuevo arancel anunciado por Trump, en línea con medidas previas aplicadas al acero y al aluminio.
Van Klaveren reiteró que el Gobierno aún está a la espera de conocer los detalles de la orden ejecutiva que establecería formalmente el arancel. Mientras tanto, se han constituido mesas de trabajo interdisciplinares que incluyen a las principales compañías mineras del país.
“El Presidente (Gabriel Boric) ha insistido mucho en enfrentar la situación con espíritu de unidad nacional y esperamos que todos los sectores puedan comprender los alcances de esta medida”, agregó el canciller.
Chile mantiene conversaciones activas con la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), en el marco de una negociación sobre el arancel general del 10% y que podría ampliarse para solicitar la exención de los aranceles al cobre.
