
Al menos ocho personas han fallecido en Estados Unidos durante lo que va de 2025 a causa de la bacteria Vibrio vulnificus, un microorganismo presente en aguas saladas y mariscos crudos o poco cocidos. A nivel nacional, ya se han reportado más de 30 infecciones.
Florida y Luisiana han sido los estados más afectados, con cuatro muertes registradas en cada uno. Además, se informaron 17 infecciones en Luisiana y 13 en Florida, mientras que Alabama y Misisipi notificaron un caso respectivamente, según informaron los departamentos de salud estatales.
La Vibrio vulnificus es una bacteria altamente agresiva que puede provocar infecciones severas en heridas abiertas o al consumir mariscos contaminados. En sus formas más graves, puede causar necrosis de los tejidos, lo que en ocasiones lleva a la amputación de extremidades o incluso la muerte. De ahí su apodo de “bacteria carnívora”.
Este patógeno suele habitar en aguas cálidas y saladas, especialmente en regiones costeras como el Golfo de México. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., su capacidad para destruir rápidamente los tejidos humanos se debe a una potente toxina que la convierte en una amenaza si no se detecta a tiempo.
El pediatra Alok Patel, del Stanford Children’s Health, advirtió que la infección puede evolucionar con rapidez, generando cuadros gastrointestinales, infecciones en heridas e incluso septicemia. En declaraciones a ABC News, enfatizó la importancia de actuar con urgencia: “Si entras en contacto con agua de mar teniendo cortes en la piel o comes mariscos crudos y te enfermas, es fundamental consultar a un médico de inmediato, porque esto necesita tratamiento rápido”.
Aunque las infecciones pueden tratarse con éxito mediante antibióticos si se detectan precozmente, las autoridades sanitarias han reiterado recomendaciones preventivas. Entre ellas, evitar el contacto con el mar si se tienen heridas recientes y abstenerse de consumir mariscos crudos, especialmente en personas con enfermedades hepáticas, autoinmunes o problemas renales.
Finalmente, se estima que cada año se reportan entre 150 y 200 infecciones por esta bacteria en Estados Unidos, con una tasa de mortalidad cercana al 20%.