Expertos coinciden: Chile debería mantener el horario de invierno todo el año

En Chile el reloj se ajusta dos veces al año, pero cada vez son más las voces que plantean que esta práctica debería terminar. Astrónomos, neurólogos y psicólogos coinciden en que lo mejor para el país sería mantener de manera permanente el mal llamado “horario de invierno”.

Arturo Gómez, ex astrofotógrafo del Observatorio Cerro Tololo, fue categórico en su crítica a los cambios de hora, calificándolos de tan absurdos como “el enfrentamiento entre quienes creen que la Tierra es plana y quienes sostienen que es esférica”. Explicó que, geográficamente, Chile corresponde al huso horario -5, aunque históricamente se ha usado el -4. Sin embargo, por razones políticas y energéticas, se implementó en ocasiones el huso -3, lo que, a su juicio, genera un desfase evidente con la luz solar.

“Con el famoso ‘horario de verano’ al mediodía el Sol aparece cargado hacia el Este, sobre Brasil y Argentina”, señaló, agregando que el movimiento natural de la Tierra ya alarga las horas de luz en verano sin necesidad de intervenir los relojes.

El especialista recalcó que los cambios bruscos afectan directamente al organismo: “Nuestro cuerpo se adapta lentamente a la luz solar. Los animales siguen sus ritmos sin importar el reloj, mientras que a los seres humanos se les obliga a desajustar su ciclo de manera artificial”.

Gómez recordó el año en que se mantuvo el huso horario -3 durante todo el calendario bajo el gobierno de Michelle Bachelet, medida que consideró un error: “Los niños iban al colegio en invierno de noche y se quedaban dormidos porque la melatonina aún les indicaba seguir descansando”. En su visión, lo óptimo es establecer de forma definitiva el huso -4, es decir, el “horario de invierno”.

Desde el ámbito médico, los especialistas refuerzan la misma idea. El neurólogo Gabriel Abudinén, del Hospital Clínico Universidad de Chile, advirtió que el cambio de hora “desregula el reloj biológico, provocando insomnio, fatiga matinal y dificultades para conciliar el sueño”.

En la misma línea, Pablo Salinas, también neurólogo y académico de la Universidad de Chile, explicó que el ajuste horario rompe la sincronía entre la “hora oficial” y los ciclos naturales de luz y oscuridad, lo que obliga a una readaptación que puede tardar varios días.

Por su parte, la psicóloga Margarita Bórquez, académica de la misma casa de estudios, fue enfática: “La primera recomendación sería no cambiar el horario en lo absoluto. Eso permitiría tener luz más temprano en la mañana, favoreciendo la sincronización circadiana con nuestro reloj interno”.

Los expertos coinciden en que el actual sistema de ajustes de hora trae más problemas que beneficios y que la estabilidad en el huso horario -4 sería la mejor alternativa para Chile.

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