En una historia de superación y tenacidad, la joven atleta Francisca Campos Vega, que entrena en el Club Deportivo Olympia de Copiapó, ha emergido como una de las promesas del atletismo nacional. Logró el tercer lugar en la exigente disciplina de los 3000 metros marcha en el Campeonato Nacional U-16, con un impresionante tiempo de 18 minutos y 23 segundos.
Lo que hace su logro aún más notable es el poco tiempo que lleva en la disciplina. Francisca, quien se unió al Club Deportivo Olympia hace apenas un año y cinco meses, inicialmente buscaba en el atletismo un camino para mejorar su salud, sin intenciones de competir. Sin embargo, su compromiso y espíritu competitivo la llevaron a explorar diversas pruebas, desde el salto largo hasta los 800 metros planos. Fue a principios del 2025 cuando, de la mano de sus entrenadores, Rodrigo Aguilar y Evir Toyo, encontró su verdadera vocación en la marcha atlética.
Su dedicación dio frutos de manera impresionante. En un lapso de apenas unos meses, pasó de ser una aficionada a estar lista para medirse con las mejores del país. Su medalla de bronce no es solo un logro personal, sino que tiene un significado mucho más profundo para la Región de Atacama. Con su actuación, Francisca ha logrado algo que parecía imposible: revivir la marcha atlética en la región, una disciplina que prácticamente no existía antes de su llegada.
Su entrenador, Rodrigo Aguilar, visiblemente orgulloso, comentó sobre su evolución: «Francisca no solo nos dio una medalla, sino que nos devolvió la esperanza en la marcha. Su motivación y su compromiso han sido contagiosos. Ella se ha convertido en una referente y esperamos que muchos jóvenes sigan su ejemplo». Este logro de Francisca se suma a la lista de éxitos que el Club Deportivo Olympia de Copiapó ha cosechado a nivel regional y, ahora, nacional.
Con esta victoria, Francisca no solo se ha posicionado en el podio nacional, sino que también ha puesto a Atacama de nuevo en el mapa del atletismo chileno. Ahora, todos los ojos están puestos en ella, esperando que su pasión inspire a la próxima generación de atletas y consolide a la región como un semillero de talentos en la marcha atlética.
