La Ruta 7, principal vía de la Región de Aysén, continúa interrumpida en al menos seis tramos luego de las intensas lluvias que se extendieron por casi tres días, generando inundaciones, desbordes de ríos y graves daños en caminos principales e interiores de la zona sur.
Las autoridades lograron evaluar los daños durante la tarde de este viernes, iniciando la gestión de recursos y ayuda para las familias afectadas, con especial prioridad en el envío de forraje para animales.
La situación es crítica en las provincias de Capitán Prat y General Carrera, donde rige la alerta roja. Localidades rurales como San Lorenzo, Lago Cochrane y Caleta Tortel permanecen aisladas, con vecinos sin posibilidad de regresar a sus viviendas anegadas.
En total, 410 personas resultaron afectadas y 145 se mantienen aisladas. Las comunas más impactadas son Cochrane, Río Ibáñez y Chile Chico. La suspensión de la Balsa Baker y las operaciones restringidas en barcazas agravan el panorama, dejando sin conexión terrestre a Tortel y Villa O’Higgins.
Tras sobrevolar la zona, el delegado presidencial de Aysén, Jorge Díaz, anunció un plan de emergencia para reconectar la Carretera Austral, con brigadas terrestres y aéreas trabajando en dos frentes: al sur, entre Río Ibáñez y Lago Bertrand, y en el tramo Cochrane-Puerto Yungay, donde se concentran derrumbes y socavones. Uno de los puntos más críticos es el puente Traihuanca, afectado por una remoción en masa.
La Dirección Regional de Vialidad coordina las labores en terreno, mientras el Gobierno gestiona fondos de emergencia para los municipios a través del Consejo Regional de Aysén y mantiene reuniones con la Dirección de Presupuestos para agilizar el traspaso de recursos.
