
El régimen iraní anunció este sábado la ejecución de seis personas acusadas de integrar una “red terrorista separatista vinculada con Israel”, responsabilizadas de ataques en la provincia petrolera de Juzestán. El poder judicial no reveló sus identidades, pero aseguró que los condenados participaron en operaciones armadas y atentados con explosivos entre 2018 y 2019, donde murieron cuatro agentes de seguridad, incluidos dos policías y dos miembros de la fuerza paramilitar Basij.
En un proceso separado, también fue ejecutado Saman Mohammadi, condenado por el delito de moharebeh (guerra contra Dios) debido a su presunta pertenencia a grupos terroristas. Según las autoridades, estuvo implicado en el asesinato del clérigo sunita progubernamental Mamousta Sheikh al-Islam en 2009, además de otros crímenes como robos y secuestros.
Irán suele atribuir vínculos con Israel a grupos que denomina “separatistas” o “terroristas”. Estas ejecuciones se produjeron menos de una semana después de que el país informara de la muerte de un hombre identificado como espía israelí.
La República Islámica aplica la pena capital mediante ahorcamiento y, de acuerdo con organizaciones de derechos humanos, es el segundo país con más ejecuciones en el mundo, solo detrás de China.