El fútbol chileno enfrenta una crisis que amenaza con alterar el cierre de la temporada. El Sindicato de Árbitros Profesionales (Arbifup) anunció la suspensión indefinida de sus actividades y entrenamientos, en protesta por los tratos recibidos por parte de la ANFP.
El presidente del gremio, Cristian Droguett, explicó que el conflicto se originó por la exclusión de los jueces en el uso de las instalaciones del complejo José Sulantay. “Todo radica en que el complejo José Sulantay ya está operativo y destaco lo positivo de ese complejo, pero nos están dejando al margen en la utilización de los estacionamientos”, señaló.
Según Droguett, la medida impuesta por la ANFP obliga a los árbitros a estacionar en la Liga Independiente de Fútbol (LIF), pese a que esta solución debía ser solo transitoria durante las remodelaciones del complejo. “Nos molesta que se tomen decisiones sin siquiera consultar a los árbitros. Esta medida seguirá hasta llegar a un acuerdo y no descartamos nada”, advirtió el dirigente.
La paralización genera incertidumbre en la programación del fútbol profesional. De no resolverse antes del miércoles, podría suspenderse el duelo pendiente entre Universidad de Chile y Everton por la fecha 21, además de comprometer el desarrollo de la fecha 27 de la Liga de Primera.
Asimismo, la medida podría extender su impacto al fútbol femenino, la Liguilla del Ascenso y la Segunda División, afectando la lucha por los cupos internacionales y la permanencia en las distintas categorías.
