
Una importante operación contra el crimen organizado se desarrolló este viernes en Antofagasta, donde autoridades y fuerzas policiales realizaron el desalojo administrativo y la demolición de cuatro viviendas en el campamento “Madres Cabeza de Familia”, ubicado en el sector norte de la ciudad.
La acción se enmarca en una investigación por asociación criminal relacionada con delitos de secuestro, acopio de drogas y tráfico de armas. Según se informó, tres de los inmuebles demolidos estaban directamente vinculados a dicha investigación, mientras que el cuarto fue desalojado por comercio informal.
La delegada presidencial regional, Karen Behrens, destacó la medida señalando que “estamos con esta acción de demolición de tres viviendas que eran utilizadas por parte del crimen organizado”. Además, recordó que la Delegación Presidencial había intentado el desalojo del lugar en 2022, proceso que fue respaldado posteriormente por la Corte Suprema.
Por su parte, el general Cristian Montre, jefe de la zona de Carabineros Antofagasta, confirmó que las casas demolidas estaban asociadas a los ilícitos e incluso contaban con búnkers subterráneos. “El golpe está siendo dado hacia el crimen organizado, no hacia las personas vulnerables que por distintas razones han debido ocupar estos lugares”, señaló.
Desde Bienes Nacionales, la seremi Pía Silva explicó que el campamento ocupa una superficie aproximada de 320 mil metros cuadrados, mientras que los inmuebles intervenidos superaban los mil metros cuadrados en conjunto. En tanto, el seremi de Seguridad Pública, Jorge Cortés Monroy, subrayó la ilegalidad de las construcciones y reafirmó el compromiso del Gobierno de continuar con la destrucción de viviendas ligadas a actividades ilícitas y recuperar terrenos fiscales.
La operación se desarrolló sin incidentes y forma parte de una estrategia policial que busca fortalecer la seguridad y la recuperación de espacios tomados por el crimen organizado en la región.
