La suspensión de itinerarios por parte de aerolíneas internacionales en Venezuela ha generado un complejo escenario para los pasajeros, quienes han debido improvisar extensas rutas internas y desplazamientos terrestres hasta alcanzar pasos fronterizos que les permitan conectar con vuelos en Colombia. En las últimas dos semanas, doce compañías extranjeras han detenido sus operaciones, dejando al país momentáneamente sin alternativas directas hacia el exterior.
Entre las aerolíneas con itinerarios suspendidos se encuentran Iberia, Air Europa, Plus Ultra, TAP, Avianca, Gol, Latam y Turkish Airlines, cuyo funcionamiento quedó sin concesión tras no cumplir el plazo de 48 horas dado por el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC). A estas se sumaron Copa Airlines, Wingo, Satena y Boliviana de Aviación, que anunciaron la interrupción de sus vuelos debido a “intermitencias” en sus señales de navegación.
En este contexto, los aeropuertos General Cipriano Castro, en San Antonio del Táchira, y Mayor Buenaventura Vivas Guerrero, en Santo Domingo, se han transformado en puntos de llegada para quienes buscan continuar viaje hacia Cúcuta. Desde allí, los pasajeros intentan retomar rutas internacionales afectadas por la crisis aérea que coincide con el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, una situación que Caracas califica como “amenaza”.
La experiencia de José Castro refleja estas dificultades. Su trayecto inició en Nueva Esparta, siguió con un vuelo a Caracas y luego otro hacia San Antonio del Táchira, para finalmente cruzar a pie hacia Colombia y continuar rumbo a Bogotá, antes de su destino final en Madrid. Como él, muchos pasajeros han optado por comprar pasajes adicionales para poder volar desde territorio colombiano, superando incluso cierres temporales como el del Puente Internacional Simón Bolívar, bloqueado por protestas de familiares de detenidos.
Desde otro punto fronterizo, el puente “Tienditas”, José y Paola —una pareja procedente de Miranda— relataron el desgaste físico y económico que implica este tipo de rutas. Sin opciones de vuelo directo hacia Medellín, iniciaron un viaje que les costó unos 540 dólares, una suma que se repite en cientos de casos.
Taxistas como Orlando Méndez, del Aeropuerto Cipriano Castro, han visto incrementarse los traslados gracias al aumento de frecuencias operadas por aerolíneas venezolanas hacia la frontera. Según explicó, existen alianzas con conductores colombianos que facilitan el cruce y permiten coordinar viajes “de aeropuerto a aeropuerto” por valores cercanos a los 20 dólares.
Frente al alza de la demanda, aerolíneas nacionales han comenzado a abrir nuevas rutas. Estelar anunció cuatro nuevas frecuencias entre San Antonio y Caracas entre el 8 de diciembre y el 18 de enero, mientras que se han multiplicado los vuelos hacia ciudades cercanas a Colombia.
De acuerdo con cifras entregadas por trabajadores del Aeropuerto Cipriano Castro, citadas por el analista fronterizo William Gómez, los 26 vuelos programados para esta semana ya se encuentran completos, con cerca de 6.000 pasajeros movilizados. La proyección para los próximos días indica que el flujo podría ascender a entre 12.000 y 14.000 viajeros, consolidando a Táchira como uno de los principales puntos de salida y entrada entre Venezuela y Colombia, ubicado a solo minutos del Aeropuerto Camilo Daza en Cúcuta.
