
La primera mitad del siglo XVIII fue un periodo marcado por la fundación de diversas ciudades en el entonces Reino de Chile, siguiendo las ordenanzas dictadas por el nuevo monarca, Felipe V de Borbón, de origen francés. Estas iniciativas buscaban poner fin a la dispersión de la población mediante el establecimiento de ciudades y villas, lo que, además, facilitaba la recaudación de impuestos.
En este contexto, el 7 de diciembre un heraldo anunció en el caserío que al día siguiente se realizarían los actos oficiales de fundación de la nueva Villa de San Francisco de Copiapó de la Selva. Finalmente, el 8 de diciembre de 1744, Francisco Cortés, en nombre del gobernador José Manso de Velasco y de Su Majestad el Rey de España, procedió a la fundación formal de la Villa, siendo elegidos alcaldes Joseph Mercado y Juan Santos de Humeres.
“En ocho días del mes de Diziembre de mil setecientos quaretnta y quatro, años del señor. Ante Mi otros juez que doy fee Phelipe Mercado Fernando de Aguirre Albaro Ballejo Pedro Mandiola Lorenzo de la Rauna Por mí y ante mi Francisco Cortes y Cartabio” ( Extracto párrafo final del acta de fundación). Copiapó, recibiría el título de ciudad el 31 de octubre de 1843, cuando además se convierte de capital de la recién creada provincia de Atacama.
A 281 años de la fundación oficial decir que este territorio, ya era denominado Copayapu o Copiapó, antes de la invasión, este valle fue un importante asentamiento humano, donde se habían establecido y vivido comunidades originarias. Por ello hemos señalado que Copayapu ya poseía cierta relevancia demográfica, económica y cultural antes de la irrupción española. Los cronistas del siglo XVI, como Jerónimo de Vivar, Pedro Mariño de Lobera y el propio Pedro de Valdivia en sus cartas a la monarquía española, entregan cifras aproximadas de la población del territorio, estimándola entre 3.000 y 5.000 personas, lo que representaría casi el 0,8 % de la población total del Chile prehispánico.
Otro punto importante, como hemos planteado en columnas anteriores, es el nombre Copayapu o Copiapó, que ha generado interesantes debates sobre su significado y origen. La interpretación tradicional de Copayapu como «Copa de Oro» parece no ser correcta. En la Revista Norte del año 2000, en un estudio sobre la obra de Salvador Reyes, se aborda la traducción de Copa yapú como “tierra o vega verde”, superando la propuesta de Carlos María Sayago, quien sostenía que significaba “sementera de turquesas” o “Copa de oro”.
En el trabajo documental Tres Cápsulas del Tiempo, realizado junto al profesor y magíster en Historia Latinoamericana Rodrigo Zalaquett F.-A., el año 2001, empleamos el concepto de “tierra verde y/o fértil”, el cual ratificamos en un artículo publicado en 2006. No obstante, cabe señalar que los cronistas del siglo XVI mencionaron indistintamente los nombres Copayaper, Pocapocayo o Copa yapú.
El investigador asociado al Museo Regional de Atacama, arqueólogo Carlos González, que participa en las investigaciones por el nombre Copapayu, el año 2011 presentó la idea de que la palabra original era “Copiyapo”, derivado de Qhupi – Yapu, utilizando como fuente el escrito de Manuel Mamani, antropo-lingüista, quien relata la entrevista que hace canal 13 de televisión, a un vecino del lago Chungará, donde se refiere a la ciudad como Copiyapo. “Lo interesante de este dialogo, es que el poblador aymara no dijo Copiapó, sino Copiapo o Copiyapu. Lo paradojal es que la palabra pronunciada por el hombre andino era correcta en la fonación aymara, sobre el nombre de la capital de la tercera región Atacama que fue castellanizado, el que se desglosa en: qhupi = blando o blanda y yapu= chacra(tierra cultivable), entonces qhupiyapu es una palabra compuesta que significa; chacra blanda o tierra fértil, y que no significaría: Copa de Oro, ni Sementera de Turquesas, sino que su significado está asociado a: Tierra Verde o Tierra Fértil. Por allí estaría la explicación más científica del nombre de la ciudad.
Por último, y solo a modo de conocer más sobre los orígenes de la ciudad , decir que en el siglo XVI, con el proceso de conquista, se fundaron fuertes y/o ciudades. Fue así como en el Valle se fundó el Fuerte Copiapó el año 1548, sería el tercer fuerte, después de Santiago, 1541, y La Serena 1544, es decir seriamos la tercera ciudad mas antigua de Chile.
A lo largo del tiempo Copiapó, sigue su vida, con momentos brillantes como lo ocurrido en el siglo XIX, con el mineral de plata de Chañarcillo, el primer ferrocarril de Chile, la revolución Constituyente, el primer liceo de niñas, pero también hemos tenido momentos de olvido y abandono, hoy estamos con una economía que podría diversificarse, con una Universidad que se amplia y comienza a dar respuesta a las necesidades del pueblo, transporte publico ecológico y de calidad, con un Nuevo Museo, que sintetizará el patrimonio cultural de la región, que será el más grande construido en regiones y uno de los más modernos de Sudamérica.
