
En pleno invierno y tras una reciente ola de frío que afectó a gran parte del sur y centro del país, la Región de Atacama se prepara para experimentar un inusual episodio de altas temperaturas, fenómeno conocido como el «veranito de San Juan».
Según el aviso emitido por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), la región registrará temperaturas máximas entre los 28 y 33 grados Celsius entre la mañana y la noche del miércoles 2 de julio, afectando especialmente a sectores interiores como Copiapó y Vallenar, donde se esperan los valores más elevados.
Este fenómeno climático, que típicamente ocurre cerca del 24 de junio —en coincidencia con el día de San Juan Bautista—, se caracteriza por un alza anómala de temperaturas en pleno invierno. En esta oportunidad, la llegada del veranito se vio retrasada por la ola de frío registrada días atrás, pero ahora se configura debido al avance de una dorsal cálida proveniente desde la zona subtropical, que dejará tardes con ambiente casi veraniego en varias regiones del norte y centro del país.
La meteoróloga Viviana Urbina, de Meteored, explicó que esta masa de aire cálido se moverá desde el norte hacia el centro del país, intensificándose durante la semana y generando temperaturas inusuales para esta época del año.
En el caso de Atacama, las condiciones climáticas han generado un llamado a la precaución por parte de las autoridades, debido al impacto que estos cambios pueden provocar en la salud, la agricultura y la gestión del recurso hídrico.
Además de Atacama, otras regiones también sentirán los efectos del calor, Antofagasta y Tarapacá alcanzarán máximas de hasta 34 °C en sectores interiores, mientras que en Coquimbo, zonas como Vicuña podrían llegar a los 35 °C. En tanto, Ovalle, Monte Patria y Combarbalá registrarían entre 27 y 30°C, y localidades del interior de Valparaíso marcarán hasta 25 °C.
Más al sur, Santiago tendrá máximas de hasta 24 °C, y sectores de Rancagua y Codegua, en la región de O’Higgins, sentirán temperaturas entre 20 y 23 °C el jueves 3 de julio.
Este episodio de calor, en plena temporada invernal, es un recordatorio de los efectos que los patrones climáticos pueden generar, intensificados por fenómenos atmosféricos regionales que impactan directamente en el día a día de las personas.