Diócesis de Copiapó recordó a don Fernando Ariztía, obispo emérito, a 100 años de su nacimiento

Conmemoración contempló un conversatorio, una liturgia el día de su natalicio y la Misa en la catedral

 

Con una emotiva misa en la catedral de Copiapó, la Iglesia de Atacama celebró este miércoles 4 de junio el centenario del natalicio de Monseñor Fernando Ariztia, obispo emérito de la diócesis y una figura profundamente querida y relevante en la Iglesia de Atacama y Chile. La misa fue presidida por el obispo, Mons. Ricardo Morales, y reunió a una gran cantidad de personas, incluidos sacerdotes de las distintas parroquias.

La misa comenzó con un texto donde don Fernando explica lo que significa para él ser obispo, y luego una breve biografía. En la homilía, don Ricardo destacó la importancia del legado de este querido pastor, caracterizado por una entrega generosa y un compromiso inquebrantable con la comunidad, y recordado por su carisma, humildad y profundo sentido de la justicia. Con ese ejemplo, llamó a preguntarse “¿dónde tenemos que ser voz profética hoy? de los vulnerables; no es fácil, como no fue fácil en el tiempo de don Fernando”, e invitó a proteger siempre la dignidad humana. Agregó que don Fernando, “de fe sencilla y firmeza serena, buscó al Señor con todo su corazón” y finalizó deseando “que la memoria de don Fernando nos inspire a vivir nuestra fe con claridad y sencillez; con valentía y parresía”.

En la oración universal se oró por los más necesitados, así como por las autoridades y los candidatos a las próximas elecciones. El obispo oró de manera especial por las familias que aún buscan a sus seres queridos desaparecidos en dictadura, por quienes tienen información que permita saber dónde están, y por las víctimas de los conflictos en Gaza y Ucrania, sobre todo por los niños asesinados.

En el ofertorio se presentaron al altar canastas con alimentos no perecibles, como signo visible de la ayuda hacia familias socialmente vulnerables.

Liturgia en la Alameda

El pasado 27 de mayo, día del natalicio de don Fernando, se celebró en la Alameda, en Copiapó, donde hay una estatua en su memoria una liturgia de acción de gracias presidida por el vicario pastoral, p. Guido Castagna, acompañado del p. Juan Barraza, párroco de Caldera, y el p. Francisco Javier Medina, rector del Santuario Nuestra Señora de La Candelaria. Fue un momento de oración abierto a toda la comunidad, sencillo y popular, donde se compartieron también testimonios, y los presentes disfrutaron del coro de niños del campamento Alto Andacollo, donde trabajan las religiosas de San Vicente de Paul. En esta celebración fue fundamental el apoyo del municipio, que se hizo cargo de toda la logística que requiere un acto de estas características en la calle.

Conversatorio

Un conversatorio en torno al legado de don Fernando se desarrolló el pasado 20 de mayo en el patio del obispado. La idea era presentar la vigencia del mensaje del obispo emérito para la Iglesia y la sociedad actual. Los expositores fueron la alcaldesa de Caldera, Brunilda González, el exalcalde de Freirina, Cesar Orellana, la religiosa Donata Cairo, y el padre Jaime Pizarro, quien envió su presentación ya que no pudo asistir por motivos personales. Ellos relevaron la figura de este recordado obispo desde distintas perspectivas y desafíos. Este acto contó con el apoyo del Archivo Regional, que facilitó una exposición fotográfica de don Fernando.

La conmemoración del natalicio de Monseñor Fernando Ariztia fue un homenaje a su vida y obra, y también un recordatorio de la importancia de su legado. Tal como lo manifestaron quienes participaron de estos actos conmemorativos, el testimonio de monseñor Ariztia sigue siendo una luz que guía a la Iglesia y a quienes tienen la responsabilidad de construir una sociedad más justa y fraterna.

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