
- Los aspirantes tienen plazo hasta el próximo 18 de agosto para inscribir sus candidaturas
- Siete regiones eligen senadores: Las demandas y problemas de cada zona que impactarán en la elección
El próximo 16 de noviembre, los ciudadanos de la Región de Atacama acudirán a las urnas para elegir al Presidente de la República, a sus representantes en la Cámara de Diputados y a dos senadores, en el marco del proceso de renovación parlamentaria de este año. En total, siete regiones del país deberán escoger a sus nuevos representantes en la Cámara Alta, sumando 23 escaños en disputa a nivel nacional.
En el caso de Atacama, la elección se desarrolla en medio de importantes desafíos sociales y económicos. La región presenta la segunda tasa de desocupación más alta del país —10,4%, solo superada por Tarapacá—, según la última encuesta del INE.
A esta situación se suma la preocupación de las autoridades locales por la demora en la transferencia de recursos a los municipios provenientes de las patentes mineras. El senador Rafael Prohens (RN) advirtió que este retraso, cuya recaudación finalizó en abril, afecta la continuidad de programas sociales esenciales. “Muchos alcaldes están preocupados porque hasta esta fecha no han podido recibir recursos de parte del Ministerio central con cargos a las patentes mineras. Esto es crítico en comunas como Diego de Almagro, donde financian servicios como los tratamientos de diálisis”, afirmó, señalando que el problema se repite en otras localidades de la región.
En el ámbito medioambiental, Atacama enfrenta controversias relacionadas con proyectos de alto impacto. Organizaciones como Codemaa expresaron su rechazo a la eventual aprobación del proyecto portuario Copiaport, en Bahía Chascos, un área de alto valor ecológico. Asimismo, existe preocupación por la protección parcial del Salar de Maricunga, zona incluida en la Estrategia Nacional del Litio.
Estos temas —empleo, financiamiento municipal y resguardo ambiental— se perfilan como ejes centrales del debate político regional de cara a los comicios, en una elección en que, por el sistema binominal, se eligen dos senadores, lo que podría fomentar eventuales pactos por omisión entre bloques políticos.