
El Banco Central informó este lunes que el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile registró un crecimiento de 2,3% interanual durante el primer trimestre de 2025, de acuerdo con el Informe de Cuentas Nacionales. El resultado fue explicado, principalmente, por el dinamismo de las exportaciones y el aumento del consumo interno.
En tanto, la demanda interna subió un 1,2%, impulsada por un mayor consumo, particularmente de los hogares, cuyo gasto se incrementó en un 1,8%. Según el instituto emisor, este avance estuvo liderado por el consumo de bienes durables, especialmente productos tecnológicos, así como también por mayores compras de vestuario y calzado.
En contraste, la inversión mostró una caída de 1,4%, lo que moderó el impacto total del crecimiento de la demanda interna.
Sectores que lideraron y retrocedieron
Desde el punto de vista del origen del crecimiento, las actividades económicas que más contribuyeron al alza del PIB fueron el comercio, la industria manufacturera, los servicios personales y el sector agropecuario-silvícola.
Por el contrario, el informe destacó que la minería, los servicios financieros y la construcción registraron caídas en su actividad durante el período.
En términos desestacionalizados, la actividad económica del país se expandió 0,7% respecto del trimestre anterior, mostrando una aceleración respecto a fines de 2024.
Comercio exterior: impulso decisivo
El sector externo fue uno de los motores del crecimiento. Las exportaciones crecieron 10,7%, mientras que las importaciones aumentaron 9,0%, arrojando un efecto neto positivo sobre el PIB. Sobresalieron los envíos de frutas y minerales, y en el caso de los servicios, el gasto asociado al turismo.
En cuanto a las importaciones, estas estuvieron lideradas por la compra de maquinaria y equipos de transporte, productos metálicos básicos y artículos de vestuario y calzado.
Ahorro y rentas
El ingreso nacional bruto disponible real avanzó un 1,1% en el período, cifra menor al crecimiento del PIB, debido a menores rentas recibidas del exterior y al deterioro en los términos de intercambio.
Finalmente, el ahorro bruto total se ubicó en 23,2% del PIB nominal, compuesto por un ahorro nacional de 24,0% y un ahorro externo negativo de -0,8%, correspondiente al superávit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.