ATACAMA

El próximo paso de Codelco en el litio del salar de Maricunga: buscar un socio

La estatal dio un paso significativo esta semana: acordó la compra del proyecto Salar Blanco, que viabiliza y acelera la explotación del depósito salino de la Región de Atacama. Pero restan varias definiciones: cómo financiar un proyecto de más de US$600 millones y cómo operar un negocio desconocido para la cuprífera forzarán la búsqueda de un aliado que aporte capital y conocimiento. Pero además debe definir otras cosas: cuándo comenzar a construir, cuánto litio producir y qué tecnología emplear.

Codelco ya tenía un pie en el salar de Maricunga. Ahora tiene los dos. La empresa estatal tiene pertenencias en el segundo depósito salino de Chile y esta semana pactó la compra de la empresa que más adelantada estaba en Maricunga: Lithium Power International (LPI), una junior australiana cuyo único activo es el proyecto Salar Blanco, una iniciativa que trabaja desde hace ya casi una década, que duplica las pertenencias de Codelco y aporta permisos estratégicos para echar a andar la iniciativa.

El salar de Atacama es el mayor depósito del mundo, con 280 mil hectáreas de extensión. Maricunga tiene sólo 14 mil hectáreas. Pero tiene la segunda mayor concentración de litio del mundo en salares: si Atacama, la joya de la corona, entrega a sus operadores, SQM y Albemarle, cerca de 2.000 milígramos por litro (mg/l), Codelco asignó a Maricunga unos 1.073, según el resultado de sus exploraciones. Lithium Power, sin embargo, que ha realizado muchos más estudios que Codelco, ha hablado en sus reportes oficiales de 1.250 mg/l. La cifra supera a todos los yacimientos en operación y construcción en Argentina.

La compra resultará en algo estratégico para Codelco, que podrá acelerar el desarrollo de su primer proyecto en el litio, a la espera de algo aún más estratégico, el cierre de las negociaciones con SQM para ingresar al salar de Atacama.

Codelco ha sostenido que en Maricunga hay cerca de 40 empresas con pertenencias y que el único camino viable era la consolidación de un solo gran proyecto. Para ello, la ventaja de la estatal es tener el único permiso estatal para explotar el negocio en esa cuenca, un Contrato de Operación Especial de Litio (CEOL) otorgado por el gobierno de Michelle Bachelet en los días finales de su segundo mandato. Codelco tiene pertenencias por cerca de 2.500 hectáreas y Salar Blanco, 2.541 hectáreas. Otro actor, Simco, una alianza entre Simbalik y Cominor, de Francisco Javier Errázuriz, reportaba casi 1.000 hectáreas. Pero quien más tiene pertenencias es SQM, con más de 6.600 hectáreas, todas constituidas después de 1979, cuando el litio se declaró no concesible.

Por todo aquello, Codelco tiene hoy la primera opción: consolida pertenencias y amplía su área de influencia, además de hacerse de los permisos conseguidos por Salar Blanco (ambiental y consulta indígena). Lo destacó la propia empresa al informar la transacción que reservadamente afinaba desde agosto: la compra permitiría viabilizar el proyecto Blanco a través de sinergias con los activos y permisos de Codelco y reducir sus riesgos en la etapa de desarrollo, considerando el conocimiento y cercanía que tiene con la Región de Atacama, donde opera la división Salvador.

Pero no todo es tan fácil. Varias piedras podrían saltar en ese camino. Las más importantes, sin embargo, se resuelven con una misma solución: incorporar un socio estratégico que comparta riesgos, aporte dineros que Codelco no puede destinar y el conocimiento que Codelco no tiene.

⊕ ¿Cómo financiar?

Codelco desembolsará US$244 millones en comprar Lithium Power International, compra que decidió el martes su directorio en una sesión extraordinaria. “Codelco financiará la compra con recursos propios”, informó la empresa ese día en un hecho esencial firmado por el nuevo presidente ejecutivo, Rubén Alvarado. El presidente del directorio, Máximo Pacheco, se encontraba en China, en la gira presidencial.

Las finanzas de Codelco han estado dañadas este año: la baja de producción y el aumento de costos hirieron caer fuerte sus excedentes al Fisco. Además, el nivel de endeudamiento de la minera se empina a los US$18 mil millones, lo que ha generado advertencias de las clasificadoras de riesgo. Codelco no tiene mucho margen para seguir consiguiendo préstamos. En respuesta a aquello, Pacheco ha sido enfático: Codelco genera un Ebitda anual de US$5 mil millones. Dinero tiene, aunque su prioridad son los costosos proyectos estructurales.

Los US$244 millones que costará LPI -una cifra abordable para un gigante como Codelco- no serán lo único para este negocio. Compró pertenencias, permisos y un proyecto. Pero ese proyecto hay que construirlo. Lithium Power había invertido hasta ahora US$70 millones y cifró este año en US$ 626 millones la inversión requerida para una planta que apunta a producir 20 mil toneladas anuales de carbonato de litio. La cifra, sin embargo, se acercará más a los US$800 millones, creen varios.

Así, Codelco deberá emprender una inversión que casi triplica lo destinado en la compra. Y sus finanzas están exigidas. Podría endeudar a una filial o estructurar un project finance, pero aquello seguiría engordando sus acreencias consolidadas. El camino más evidente será uno solo: buscar un socio que aporte capital para los desafíos que vienen, cumpliendo el mandato presidencial de preservar el control de la nueva empresa que se constituya. Pero no puede ser sólo un socio financiero. Debe, también, saber de litio.

⊕ ¿Cómo operar?

Codelco sólo explota cobre y no tiene experiencia en el negocio del litio. Tiene un equipo para el desarrollo de negocios, liderado por Jaime San Martín, un ex SQM, donde trabajó 16 años y llegó a ser vicepresidente de Operaciones hasta 2013. Pero un solo ejecutivo no basta.

Para su nuevo negocio, entonces, Codelco deberá sumar nuevas habilidades. Alguien sugiere, por ejemplo, contratar un operador. O buscar y reclutar expertos. Pero la opción más completa es, otra vez, un socio que aporte el know how que el desarrollo de una industria nueva requiere.

Opciones habrá muchas: hay una larga lista de interesados en aliarse a Codelco, ha dicho Pacheco en público.

Codelco creó este año dos filiales para el negocio del litio: Tarar, que se orientará a la estratégica negociación con SQM por el ingreso a la joya de la corona, y Salares de Chile, que desarrollará los otros depósitos. Ahí debería quedar radicado el negocio de Maricunga. Las dos filiales son presididas por Pacheco y Eduardo Bitran es su vicepresidente. En Salares de Chile también está Pedro Pablo Errázuriz como director y su gerente general es Jaime San Martín.

 

Fuente de la información: www.latercera.cl

 

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