INTERNACIONAL

Ataque israelí a campo de refugiados en Gaza deja más de 30 muertos

Los combates entre soldados israelíes y Hamás continúan tras cinco semanas en la asediada Franja de Gaza, donde el movimiento islamista palestino reportó al menos 30 muertos tras un bombardeo israelí a un campo de refugiados el sábado por la noche.

La mayoría de las víctimas «son niños y mujeres», dijo el Ministerio de Salud, controlado por Hamás, y aseguró que las viviendas fueron atacadas directamente.

Mohammed Alaloul, de 37 años, periodista de la agencia turca Anadolu, dijo a la AFP que su casa, contigua al ataque, se derrumbó parcialmente y mató a su hermano y sus hijos Ahmed, de 13 años, y Qais, de 4.

Un portavoz militar israelí dijo que estaban investigando si las Fuerzas de Defensa de Israel estaban operando en la zona durante el bombardeo.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, prometió que la ofensiva permitirá «encontrar y eliminar» a Yahya Sinwar, jefe del movimiento islamista en el poder en ese territorio palestino.

Los soldados israelíes prosiguen la ofensiva terrestre y la campaña de bombardeos iniciada el 7 de octubre, en respuesta al ataque en el cual los islamistas mataron a más de 1.400 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240 en el sur de Israel, según el balance del Estado hebreo.

La ofensiva israelí, según las autoridades de Hamás, se cobró por su lado la vida de casi 9.500 personas, entre ellas 3.900 niños.

Expectativa por «pausa humanitaria» para Gaza

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el sábado que había progresos con miras a obtener una «pausa humanitaria», aunque no ofreció más detalles.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, había reiterado en una reunión con pares de cinco países árabes en Amán el apoyo de Washington a establecer esas «pausas humanitarias» para distribuir ayuda a los civiles palestinos.

Blinken llegó a la capital jordana tras reunirse la víspera con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien rechazó cualquier «tregua temporal» sin la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás.

El ministro jordano de Relaciones Exteriores, Ayman Al Safadi, urgió a todas las partes a trabajar conjuntamente para «parar una catástrofe que perseguirá a la región por generaciones».

El sábado, Hamás también informó que 15 personas murieron cuando uno de los bombardeos israelíes alcanzó una escuela de la ONU que servía de albergue para palestinos desplazados en el campo de refugiados de Jabaliya.

Un día antes, un ataque israelí contra un convoy de ambulancias dejó 15 muertos y 60 heridos, según un balance de Hamás confirmado por la Media Luna Roja palestina. El hecho generó condenas internacionales y preocupación por la seguridad de los trabajadores de salud.

Hamás afirmó que el convoy evacuaba heridos hacia Egipto por la puerta de Rafah, único paso de la Franja que no está controlado por Israel.

Hamás suspendió el sábado la evacuación de personas con pasaportes extranjeros por Rafah, después que Israel se negara a autorizar la salida de palestinos heridos para ser atendidos en hospitales egipcios.

«Ningún titular de un pasaporte extranjero podrá salir de la Franja de Gaza hasta que los heridos que necesitan ser evacuados de los hospitales del norte de la Franja puedan ser transportados por el paso de Rafah» hacia Egipto, indicó un funcionario fronterizo, que pidió el anonimato.

El ejército israelí estrecha además el cerco de la ciudad de Gaza, en el norte del territorio, con el objetivo declarado de destruir depósitos de armas, redes de túneles y centros de mando de Hamás.

Miles de personas se manifestaron el sábado en varias ciudades, entre ellas Londres, París, Berlín y Washington, para denunciar los bombardeos de la población civil en Gaza.

En Israel, miles de manifestantes acentuaron la presión sobre Netanyahu.

En Tel Aviv, una protesta de las familias y apoyos de los rehenes secuestrados por Hamás pidió más esfuerzos al dirigente para la liberación de los cautivos.

Y en Jerusalén, centenares de personas se congregaron frente a a la residencia de Netanyahu pidiendo su dimisión y culpándolo del sangriento ataque del 7 de octubre.

Tensiones regionales

El conflicto incrementó las tensiones entre Israel y sus vecinos.

La reunión de Blinken con sus homólogos de Arabia Saudita, Catar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Jordania, se dio en un contexto de temor a una escalada del conflicto.

Estados Unidos reiteró su llamado para la creación de un Estado palestino, pero tras décadas de estancamiento de las negociaciones, los observadores ven pocas posibilidades de un avance en esa dirección en el actual contexto.

Turquía, adonde Blinken llegará el domingo, indicó el sábado que retiró a su embajador en Israel.

«Netanyahu ya no es alguien con quien podamos hablar. Lo tachamos», declaró el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

El jefe del movimiento proiraní libanés Hezbolá, Hassan Nasrallah, afirmó la víspera en su primer discurso desde el inicio del conflicto que la posibilidad de «una guerra total» era algo «realista».

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba