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Colo Colo fue un desastre Monumental

Colo Colo agrandó su deuda internacional con una derrota 2-0 ante Delfín. Errando en la táctica y los cambios, el elenco de Guede se complica en el Grupo B.

Colo Colo cayó este jueves por 2-0 ante Delfín de Ecuador y complicó sus opciones en la Copa Libertadores, en donde hasta ahora solo cosechan un punto.

A los albos no les resultó nada. Se equivocaron en la lectura del partido, en el planteamiento y no supieron corregir con los cambios. En resumen, un partido para el olvido que hace tambalear a Pablo Guede en la banca.

El entrenador de Colo Colo eligió formar con tres defensores para tener un jugador más en la zona de volantes, tal como había explicado en la conferencia de prensa previa al duelo ante los ecuatorianos. Sin embargo, el conjunto ecuatoriano estuvo de solo ser un elenco defensivo. También fue ordenado y aplicado en los contragolpes. Guede también habló de tocar el balón para conseguir espacios, algo que tampoco se dio en la cancha del Monumental.

Colo Colo comenzó con tres llegadas claras: un cabezazo de Esteban Paredes al palo, un zurdazo de Jorge Valdivia y otros de Jaime Valdés que pasaron apenas desviados. Poco para el control que a esa altura mostraban los dirigidos de Guede.

Sin embargo, la desesperación llegó pronto. Se notó cuando Valdivia bajó a recuperar una pelota con una dura patada que le valió tarjeta amarilla.

El rival tuvo en Luis Congo y Luis Chicaiza a dos buenos valores. Entre los dos jugadores se encargaron de tener la pelota y generar contraataques que sorprendían a los tres del fondo. Los ecuatorianos hicieron un papel digno en el Monumental, ordenado defensivamente y claro en la salida.

Así llegó la apertura de la cuenta en los 56′. Una llegada rápida de José Arismendi sorprendió a todos con un tiro bajo.

Colo Colo, en tanto, no conseguía cumplir ninguno de los anuncios que había hecho Guede. No logró combinar claramente, abrió pocos espacios y no supo aprovecharlos, y perdió un tiempo con tres en el fondo. No tuvo claridad, orden y las respuestas tampoco llegaron desde la banca.

Los ingresos de César Pinares, Nicolás Orellana y Gabriel Suazo no generaron ninguna ventaja y mantuvieron el desorden de las líneas. A medida que avanzaba el partido, con Guede refugiado en la banca de suplentes, la desesperación pasaba a ser incredulidad. Un Valdivia que nunca se sintió en la velocidad del partido, un Jaime Valdés impreciso que salió en el segundo tiempo y un par de delanteros que quedaron huérfanos y poco ayudaron las veces que lo intentaron.

Ni siquiera los embates del final sirvieron para hablar de un dominio claro. Colo Colo tuvo la pelota en el final pero chocó con lo mismo que todo el partido: malas decisiones en la entrega de la pelota, en las cargas y, al final, en la defensa.

Para coronar la mala noche alba, un autogol de Carlos Carmona que selló la derrota y abrió la crisis alba en la Libertadores.

 

CDF

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