Comunicador calderino es despedido en una emotiva ceremonia

Una emotiva despedida tuvo el conocido calderino Luis Antonio Páez Campusano (Q.E.P.D.), conocido en el puerto como “Toño Páez”, quien falleció el martes recién pasado a raíz de una grave enfermedad.

Este hombre de las comunicaciones había nacido hace 65 años en el puerto de Caldera, viudo y padre de tres hijos, Javiera, Andrés y Marcelo. Cuando niño participaba de las actividades que desarrollaban en su colegio, congregaciones y también en el barrio junto a sus padres y tres hermanas, cuando adolescente comenzó el gusto por las comunicaciones y locución, fue así que hizo locución a través de Radio Municipal, una radio solo con bocinas grandes que se ubicaban en los postes de las luminarias en varios sectores de la comuna, luego hizo locución en una de las primeras radio FM del puerto como lo fue Radio El Sol FM.

También fue animador de varios festivales en la comuna pero lo más importante fue animar el Festival Nacional del Cantar Juvenil que se desarrollaba en el anfiteatro del mar, animó junto a grandes animadores nacionales, como Antonio Vodagnovic, Raquel Argandoña, Eduardo Cruz Johnson o Benjamín Palacios.

En la despedida su hija Javiera Páez, expresó “Estoy tratando de entender como despedirnos, me he sentido tan orgullosa de las muestras de cariño que has recibido y eso solo me confirma que hiciste siempre el bien porque en cada rincón de Caldera hoy se acuerdan de ti, seguramente en algún lugar tienes a todos escuchando tus historias de Caldera, de años de radios y festivales, orgullosa me siento que hayas decidido hace 20 años hacerme parte de tu clan y aventura, hoy Caldera ha perdido a una gran persona y un libro lleno de historias, sin duda fuiste un promotor innato del turismo de Atacama, hoy la dicha que me queda es saber que estas al lado de mi madre”.

Luis Antonio Páez, fue un conocido personaje público, comprometido con la historia, cultura y del turismo de su querido Caldera, tuvo la particularidad de ser maestro de ceremonia en grandes eventos como el aniversario de la comuna, cuentas públicas y en particular el acto y desfile del 21 de mayo. Trabajó en la desaparecida Pesquera Playa Blanca, luego ingresó a la Municipalidad de Caldera fue Relacionador Público, Encargado de la Oficina de Turismo y Encargado del centro cultural como Jefe de Cultura, un impecable funcionario con gran vocación de entregar su historia a los visitantes y a los habitantes de Caldera.

Angela Páez, hermana de “Toño” Páez, señaló “Agradecer a todos por estar junto a mi hermano mi Toño querido, se que más de alguno de ustedes tuvo con él en alguna tertulia, mi hermano nació con esta condición de comunicar, utilizar las palabras para llegar a las personas, tengo una pena tan profunda pero quiero dar las gracias por la vida que él vivió por su consecuencia de lo que el amó, las palabras, el micrófono, la radio y por la parte social y eso es para dar gracias, es mucho más por la tristeza que tengo y hay una enseñanza; luchar por lo que tu amas, luchar por lo que te gusta y hacerlo porque siempre va a ver alguien que te lo reconozca y que te lo valore y quienes no te valoraron y no te reconocieron, no importa porque mi hermano fue un grande, un valiente en desarrollar el sueño para lo que tú viniste”.

Luis Antonio Páez, perteneció a la cofradía de la Hermandad de la Costa Nao Copiapó – Caldera, con el Rol 2940 y sobre las cubiertas de la Nao tenía el seudónimo de “Pirata Morris”, era el pirata encargado de llevar la bitácora del registro de las cámaras que se desarrollaban en la Chalupa Caldera.

Fue el Hermano Guillermo Valdivieso “Delfín Surcador”, quien tuvo el honor de despedir al Pirata Morris, “Este martes 24, muy temprano detuvo sus velas un gran pirata de la Hermandad de la Costa de Chile de la Nao Copiapo Caldera, nuestro amigo Toño Páez, durante sus últimos días de navegación se enfrentó a una agresiva enfermedad y con los días a un fuerte temporal que venció el coraje de este viejo pirata y lo hizo sucumbir, quedan viajes y anécdotas e innumerables momentos de encuentros han generado la inmensa amistad y cariño hacia su persona, amistad que jamás fue transgerida y que a contar de este momento es indestructible por su partida al mar de la eternidad, pero cada día de la vida estarás en nuestras conversaciones y en los recuerdos más hermosos que nos ha heredado y extrañaremos tus simpáticas y cautivadoras bitácoras que fueron admiración de tu creatividad en tus limpios relatos”.