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Día Mundial del Sueño: Qué prácticas adoptar y cuáles evitar para un buen dormir

¿Sabías que según la Organización Mundial de la Salud un 45% de la población mundial padece algún trastorno de sueño? En Chile, aproximadamente un 63% de los habitantes sospechan sufrir algún tipo de alteración. Cada año se conmemora el Día Mundial del Sueño, el cual este 15 de marzo, tiene la misión de concientizar respecto a la importancia del buen dormir y la prevención de este tipo de patologías.

Los trastornos del sueño son alteraciones que provocan cambios a la hora de dormir, estos pueden manifestarse de diferentes formas, tanto en los ciclos naturales del sueño vigilia (en la conciliación o durante la vigilia). Entre los más frecuentes se encuentran el insomnio (incapacidad de dormir), padecido por alrededor de 800 mil personas en nuestro país; terrores nocturnos, pesadillas o miedo a los sueños; apnea del sueño que es tener patrones anormales de respiración (ronquidos, dificultad para mantener la respiración); e hipersomnia, una tendencia irresistible al sueño.

Según Carolina Villas, psicóloga de Mutual de Seguridad, “el sueño constituye una parte fundamental de nuestras vidas, ya que, permite la restauración física y mental de nuestros cuerpos, es tan importante este descanso para nuestro funcionamiento diario, que la forma en que nos sentimos mientras estamos despiertos depende, en parte, de lo que ocurre mientras dormimos. Se estima que los seres humanos invertimos casi un tercio de nuestras vidas durmiendo”.

Respecto a las consecuencias del mal dormir, la experta señala que se pueden ver reflejadas en disminución del estado de alerta, cansancio durante el día, afectaciones a la memoria, lenguaje o pensamiento, además de cambios bruscos de humor e irritabilidad. Incluso algunas investigaciones la asocian con enfermedades como hipertensión, enfermedades cardiacas y diabetes.

Pero, ¿cómo evitar trastornos del sueño? La psicóloga de Mutual de Seguridad entrega las siguientes recomendaciones:

–       Desconectarse de aparatos electrónicos al menos una hora antes de dormir.

–       Cenar ligero y evitar ingerir líquidos al menos dos horas antes de acostarse.

–       Generar una rutina de sueño: meditación, ducha tibia, lectura ligera, entre otras.

–       Aprovechar la luz solar, lo cual equilibra el reloj interno.

–       Reprogramar la actividad física dentro de horarios alejados de las horas de sueño.

–       Establecer horarios regulares, despertando y durmiendo en horarios definidos, incluso fin de semana, con el fin de mantener el equilibrio.

–       Destinar un dormitorio óptimo para el sueño: oscuridad, sin ruidos y temperatura entre 20 y 22°C.

Y ¿qué conductas evitar? Además de adoptar prácticas saludables, es importante evitar hábitos que puedan interferir con un buen descanso. Mutual de Seguridad advierte que se debe evitar:

–       Automedicación: El uso de medicamentos para dormir siempre debe contar con la prescripción y supervisión de un médico.

–       Consumo de tabaco, alcohol y cafeína:  Produce efectos negativos en el sueño profundo.

–       Siestas prolongadas: Estas no deben durar más allá de 20 a 30 minutos para no interferir con el sueño nocturno.

–       Planificar o trabajar desde la cama: Genera una tensión producida por el no dormir cuando se estaba programado.

 

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