Grecia negocia bajo presión con la UE un plan para evitar la quiebra

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se reunió ayer con el presidente de la Comisión Europea y del Eurogrupo.

A Grecia se le acaba el tiempo. Porque mañana vence el plazo que tiene para pagar 300 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI), el primero de los tramos de 1.500 millones de euros, que debe  abonar este mes a ese organismo. Es por eso que, las conversaciones de ayer para alcanzar una negociación entre Atenas y los acreedores se intensificaron y el primer ministro griego, Alexis Tsipras, se reunió con el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker en un intento por superar los escollos que impiden desde hace meses un acuerdo para Atenas. A continuación las claves para entender la crisis de deuda en Grecia.

Las negociaciones

El encuentro entre Tsipras y Juncker se realizó de forma privada y fue “una invitación personal” del representante europeo al premier griego. Según el diario español El País, el Ejecutivo comunitario intentaba ofrecer una cara más amable en este proceso, debido a que no es un acreedor directo como lo es el FMI o el Banco Central Europeo. Tras la reunión inicial, Juncker sumó en una cena al presidente del eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, pese a los recelos de Tsipras por recibirlo, según fuentes europeas. Pese a esas señales conciliadoras, dice el periódico, Juncker buscaba pactar sobre la base del acuerdo que alcanzaron apenas 48 horas antes en Berlín los principales representantes de los acreedores: la canciller alemana, Angela Merkel, y el Presidente francés, Francois Hollande, junto a los responsables de la antigua troika: Dijsselbloem por parte del Eurogrupo, Christine Lagarde por el FMI y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. Tsipras, por su parte, quería ofrecer sus propuestas al grupo. El diario Financial Times señaló ayer que el plan que Juncker le habría presentado a Atenas  anoche  era que tuviera un excedente presupuestario de 1% del PIB este año, el que debería aumentar a 3,5% en 2018. Sin embargo, el FMI está escéptico de que pueda cumplir esas metas.

Los préstamos

Luego de la crisis económica global que empezó en 2008, el gobierno de Grecia no pudo seguir manteniendo el gasto que tenía y enfrentó un enorme déficit fiscal. Ante esto, se vio obligado a pedir un rescate financiero a entidades externas. Desde 2010, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo le han extendido al gobierno de Grecia cerca de 240 mil millones de euros en fondos de rescate. Sin embargo, este gigantesco paquete de ayuda no ha conseguido reactivar la economía griega ni aminorar el peso de la deuda. El pago de 300 millones de euros al FMI, es el primero de los cuatro que Atenas debe realizar este mes y además tiene otros pagos que debe realizar en julio y en agosto.  Si se logra un acuerdo, Grecia podrá acceder a los 7.200 millones de euros que quedan del segundo programa de asistencia al país.

División en Syriza

Cuando el partido Syriza ganó las elecciones el 25 de enero pasado, prometió que renegociaría la deuda con los acreedores, pero que no haría concesiones respecto a adoptar mayores medidas de austeridad. Sin embargo, Tsipras se encuentra en medio de conversaciones sobre este tema y el partido mira atento los costos que podría conllevar. El diario español El País reveló que en el último comité central de la colectividad se propuso una ruptura  con los socios europeos y el impago de la deuda. Además de la adopción de medidas como la nacionalización de la banca y la imposición de una tasa a la riqueza, lo que en la práctica supondría la salida del país del euro. Si bien la medida se rechazó por 97 votos frente a 75, reveló las divisiones internas en el partido.

El rol de Merkel

La canciller alemana Angela Merkel se habría convertido en una aliada cercana de Tsipras. De acuerdo al diario Bild, la canciller habría decidido “a cualquier costo” salvar a Grecia, aún si esto significa enfrentarse “a la furia de la directora gerente del FMI, Christine Lagarde”.

Según el periódico alemán, Merkel ve la salvación de Grecia como una “tema de liderazgo”. “En 2012, ella decidió que Grecia debería quedarse en la zona euro y ahora está haciendo lo que sea para asegurar que continuará con esa promesa”, señaló el diario. Ayer, la canciller aseguró que está trabajando “a toda máquina” junto con el Presidente Hollande para lograr una solución a la crisis griega en los plazos previstos. Explicó que todas las “conversaciones y llamadas” persiguen un acuerdo que permita destrabar las ayudas pendientes a Atenas.

Sin embargo, recordó que antes el gobierno griego debe llegar a un acuerdo con los acreedores de la Comisión Europea, el BCE y el FMI. De acuerdo al diario The Guardian, las declaraciones de la canciller alemana pueden ser leídas entre líneas que está descartado que Grecia caiga en la quiebra.

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