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Almodóvar recibe el León de Oro en Festival de Cine de Venecia y lo califica como un «acto de justicia poética»

El cineasta de 69 años fue reconocido por su trayectoria en la industria cinematográfica. «No he pretendido cambiar el mundo, aunque sí he tratado de explicar el mío», dijo el español en conferencia de prensa.

La Mostra de Venecia consagró este jueves con el León de Oro por su trayectoria al cineasta español Pedro Almodóvar, quien recibió el prestigioso premio como un «acto de justicia poética».

El cineasta -considerado «el más grande e influyente» cineasta español desde Luis Buñuel según el director del certamen, el crítico italiano Alberto Barbera- no había recibido hasta ahora ninguno de los mayores galardones de los festivales europeos como Cannes y Venecia, por lo que la prensa italiana se refirió a él como el «león herido».

«Treinta años después me están dando el León de Oro por una película de 1988. Es un acto de justicia poética», comentó divertido durante una conferencia de prensa celebrada poco antes de la ceremonia oficial en la Sala Grande. El realizador se refería al filme «Mujeres al borde de un ataque de nervios», que compitió ese año en la Mostra veneciana y que había entusiasmado al presidente del jurado de entonces, el cineasta italiano Sergio Leone.

Almodóvar, que el 25 de septiembre cumple 70 años, alcanzó fama mundial con el colorido y el atrevimiento de sus películas e inició su carrera internacional justamente en el festival de Venecia.

«Mi bautizo fue aquí, en este festival, en 1983 con el filme ‘Entre tinieblas'», recordó, y luego agregó:
«Venir a un festival internacional me parecía un milagro».

España, su inspiración «España despertaba de una larga dictadura de 40 años (…) Lo más importante de ‘la movida’ (movimiento artístico durante los primeros años de la transición postfranquista) era el hecho de haber perdido el miedo y poder gozar de una enorme libertad», reconoció.

El «león herido» recibió emocionado el galardón que se añade a los premios Oscar otorgados a dos de sus mayores éxitos: los melodramas «Todo sobre mi madre» y «Hable con ella».

El renombrado cineasta, conocido por películas desenfadadas y corrosivas y que ha evolucionado hacia un cine más introspectivo, reconoció que su cine es el «producto de la democracia española». «Mis películas son la demostración de que es real», comentó.

«Cuando empecé a hacer cine no se hablaba de diversidad. La vida entonces era muy diferente», agregó. «Impuse como director en mis filmes toda la variedad que había en la vida», confesó al referirse a las temáticas almodovarianas: masoquismo, homosexualidad, masturbación, droga, pornografía, ataques a la religión.

«Para mí era la vida misma», añadió en una alusión a su homosexualidad. «No he pretendido cambiar el mundo, aunque sí he tratado de explicar el mío, siempre con absoluta libertad, independencia e inocencia.

Todos mis personajes, ya sean travestis, transexuales, amas de casa o monjas, gozan de autonomía moral», explicó. El cineasta agregó que el cambio que se gestaba en esos años en España era lo que más le fascinaba. «La calle y la noche madrileña eran interminables. Era una gran diversidad y me formé en esa universidad», señaló.

Asimismo, el director confesó que en sus películas reina el color por una suerte de «reacción» contra su tierra de nacimiento. «Hay como una reacción en contra del lugar donde nací, La Mancha, entonces extremadamente conservadora, calvinista, se veía poco el color y es muy árida.

Lo contrario a como yo me sentía», admitió. «No recuerdo haber visto el color rojo en mi infancia. Sólo el negro del luto….», aseguró con su tradicional estilo irónico.

Fuente: Emol.com

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