MINERÍA

Minería subterránea: En la búsqueda de mayor producción

El agotamiento de los yacimientos en la superficie está impulsando a las mineras a cambiar sus modelos de operación.

La industria minera se enfrenta a un escenario global en el que los yacimientos con alta ley de cobre en la superficie (rajo abierto) se están agotando. Esta situación ha llevado a las compañías mineras a evaluar la viabilidad y/o desarrollar la minería subterránea como una alternativa para satisfacer la creciente demanda de cobre a nivel mundial.

Andrés Sanín, director de Energy, Utilities and Resources de PwC Chile, atribuye esto “al agotamiento progresivo de los yacimientos de cobre de fácil acceso en la superficie, y el incremento de costos que complejiza la explotación del mineral a cielo abierto. Por tanto, la minería subterránea ofrece la oportunidad de acceder a depósitos minerales de mayor profundidad y calidad, permitiendo mantener los niveles actuales de producción”.

El especialista comentó que en Chile “importantes operaciones mineras de superficie, como Chuquicamata, Los Bronces Integrado, Collahuasi, Ministro Hales y Escondida, están migrando y/o evaluando la migración hacia la minería subterránea, siendo Chuquicamata una pionera en estas materias comenzando en 2022 sus operaciones subterráneas. Estos proyectos clave, podrían aumentar la participación de la minería subterránea, llevándola hasta un 40% del total”.

El profesional de PwC Chile recalcó que para 2030 se prevé una demanda de cobre de aproximadamente 25 millones de toneladas, “lo que implica la necesidad de esfuerzos significativos para mantener y aumentar la producción, persiguiendo un negocio minero que se sustente en el tiempo. La transición hacia la minería subterránea también se impulsa por la complejidad de la extracción en áreas geológicas más difíciles. Esta migración presenta desafíos, pero también oportunidades para tecnologías y métodos de extracción más eficientes. A nivel global, la minería subterránea se vislumbra como una alternativa para satisfacer la creciente demanda de cobre”.

Frente a este mayor apetito por minerales, Andrés Sanín destacó que “las dificultades y el agotamiento de los recursos de superficie producen una tendencia creciente de aumento de la minería subterránea, pasando de un mero 13% de participación a inicios del siglo XXI a un 20% en el último año”.

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Fuente:MCh.

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