Gendarme de Copiapó denuncia a compañeros por acoso sexual y distribución de pornografía infantil

La funcionaria con siete años en la institución realizó un crudo testimonio ante la comisión de Mujer y Equidad de Género de la Cámara sobre una serie de humillaciones que fue víctima desde 2014 tanto de sus pares como de distintas autoridades.

La teniente Linda Cerda Mena lleva siete años en Gendarmería, pero más de la mitad de ese tiempo ha tenido que soportar una serie de humillaciones tanto de sus compañeros de trabajo como de autoridades de la institución solamente por una cuestión de género. Pese a que su situación la denunció internamente y en los tribunales, asegura que «hasta ahora sólo he recibido negligencia y denegación efectiva de justicia».

Durante la presente jornada acudió ante la comisión de Mujer y Equidad de Género de la Cámara de Diputados para entregar su crudo testimonio en el que acusa ser víctima de grave abuso de autoridad, obstrucción a la investigación, notable abandono de deberes, autoría, complicidad y encubrimiento de delitos graves.

Solamente de sus pares en la cárcel de Copiapó fue objeto de hostigamiento y acoso sexual reiterado a partir del año 2014, convirtiéndose en blanco de lo que denomina rutinas diarias de malos tratos solamente por el hecho de haberse casado con otro gendarme, a quien conoció durante la etapa formativa.

Las humillaciones no cesaron y la situación comenzó a afectarla físicamente, sufriendo excesivo y repentino de peso, caída de piezas dentales y trastornos del sueño.

El caso tomó un tono todavía más serio cuando denunció  a sus compañeros ante las autoridades por la distribución y almacenamiento de un video con pornografía infantil, del que tuvo conocimiento tras recibir de manera anónima un sobre con las conversaciones impresas de un chat de WhatsApp en el que ella era protagonista de comparaciones con el fin de denostarla como mujer. En el chat, llamado «El club de Tobby», se encontraban los funcionarios hombres del recinto penitencial en el que trabajaba, liderados por el capitán Felipe Vásquez.

La teniente Cerda denunció todos estos antecedentes, sin embargo, relata que el director regional, coronel Sergio Alarcón se mostró indiferente a los cargos y desestimó elevar el sumario argumentando que los hechos «escaparían a la esfera de responsabilidad de un funcionario público». Además, no puso los antecedentes en conocimiento de sus superiores u otra autoridad.

Tras este episodio, la afectada fue víctima de un robo de su habitación fiscal por parte de tres personas que rompieron una de las ventanas y destruyeron algunas de sus pertenencias. Aunque notificó el incidente, tampoco recibió asistencia, ya que, pese a su insistencia, su jefatura de Unidad se negó a realizar la denuncia.

Esta situación cambió al asumir el nuevo director regional, Álvaro Rivera, quien instruyó los sumarios administrativos por los casos antes señalados y llevó el caso a la justicia ordinaria. Además, en diciembre de 2016 es destinada a Valdivia por solicitud del Sernam, atendiendo al peligro que revestía permanecer trabajando con las personas que había denunciado.

No obstante que las investigaciones y diligencias avanzaron, la gendarme Cerda denunció una serie de irregularidades tendientes a entorpecer el proceso, como el que subteniente de Gendarmería Juan Guerra Rosas negó el ingreso a funcionarios de la PDI para tomar prueba de huellas en la habitación robada, hecho que el mismo Guerra había sido testigo. Además, las autoridades regionales de la institución negaron el permiso para que dos de sus subalternos declararan en calidad de testigos.

Por otro lado, y aunque parezca increíble, la situación de la teniente empeora cuando en 2017 es denunciada por la Gendarmería bajo el cargo de «divulgación de conversaciones privadas», en referencia a las conversaciones de WhatsApp, delito por el que actualmente se encuentra imputada.

Luego de finalizar la exposición de su caso ante los diputados, ella sentencia que «espero de la actual dirección nacional que restaure el derecho y se me repare por todo lo que he sufrido por culpa de oficiales y autoridades de la institución».