
El líder norcoreano Kim Jong-un debutó este miércoles en un evento multilateral de alto nivel al asistir al mayor desfile militar en la historia de China, donde se mostró en la tribuna principal acompañado por el presidente chino, Xi Jinping, y el mandatario ruso, Vladímir Putin.
La ceremonia se llevó a cabo en la plaza de Tiananmen, en Pekín, y marcó la primera ocasión en 66 años en que los líderes de Corea del Norte, China y Rusia coincidieron en un mismo escenario. En la disposición protocolar, Kim se situó a la izquierda de Xi, mientras que Putin ocupó el lugar a la derecha, proyectando una imagen de unidad entre las tres naciones.
La presencia de Kim Jong-un junto a Xi y Putin refleja no solo un respaldo político y simbólico de dos potencias nucleares hacia el régimen norcoreano, sino también un giro en las relaciones regionales. Para Pekín, la escena apunta a un acercamiento tras un periodo de tensión con Pyongyang debido a su estrecha cooperación militar con Moscú en la guerra de Ucrania.
El gesto de Xi Jinping se interpreta como una señal de apertura hacia la alianza norcoreano-rusa, que incluye acuerdos en materia de cooperación armamentística y compromisos de apoyo militar en caso de agresión.