
El Kremlin buscó este lunes bajar el tono a la creciente tensión nuclear con Estados Unidos, luego de que el presidente Donald Trump ordenara el despliegue de dos submarinos atómicos en respuesta a declaraciones consideradas amenazantes por parte de Moscú. La administración rusa descartó una posible escalada militar y reafirmó su disposición al diálogo diplomático.
“En una guerra nuclear no puede haber vencedores. Este es, seguramente, el principal postulado por el que nos guiamos”, señaló el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, quien también llamó a la cautela con la retórica sobre armas atómicas. Aseguró que no hay indicios de una escalada entre las potencias y sostuvo que “no nos gustaría vernos involucrados en tal polémica”.
El vocero también subrayó que los submarinos nucleares estadounidenses “siempre están en alerta, es algo constante”, minimizando así el anuncio de Trump, quien justificó la medida como una acción preventiva: “Solo quiero asegurarme de que sus palabras sean solo palabras y nada más”.
Putin como único interlocutor válido
Peskov remarcó que la política exterior rusa la define exclusivamente el presidente Vladímir Putin, restando importancia a las declaraciones del exmandatario y actual subjefe del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev. Este último, que generó controversia al aludir al sistema nuclear soviético de respuesta automática “Mano Muerta”, permanece inactivo en redes sociales desde el 31 de julio.
“Hay miembros del Gobierno con diferentes puntos de vista. Lo importante es la postura del presidente Putin”, precisó Peskov.
Esperan visita clave desde EE.UU.
En paralelo, el Kremlin confirmó su disposición a recibir esta semana a Steve Witkoff, emisario especial estadounidense para Oriente Medio, quien visitará Moscú antes del vencimiento del ultimátum de diez días impuesto por Trump para detener la guerra en Ucrania.
“Siempre nos alegra ver al señor Witkoff en Moscú y mantener contactos importantes y muy útiles”, indicó el portavoz.
Será la quinta visita del enviado en lo que va de 2025, y se considera un momento decisivo, ya que Trump advirtió que, si Moscú no acuerda un alto el fuego antes de la medianoche del jueves, impondrá nuevas sanciones y aranceles secundarios a los principales importadores de petróleo ruso, como India y China.
“Puede evitarse con un acuerdo donde la gente deje de morir”, expresó el mandatario estadounidense.