
Bolivia acude este domingo a las urnas en un clima marcado por el desabastecimiento de dólares y combustibles, además de una inflación interanual cercana al 25%, la más alta en 17 años. En este escenario, la derecha aparece como favorita para poner fin a casi 20 años de hegemonía del Movimiento Al Socialismo (MAS), primero bajo Evo Morales y luego con Luis Arce.
Más de 7,9 millones de bolivianos están habilitados para elegir entre ocho candidatos presidenciales y renovar el Congreso de 166 miembros. La votación comenzó a las 08:00 horas locales y se extenderá hasta las 16:00 (20:00 GMT).
Los favoritos son el empresario Samuel Doria Medina (66) y el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga (65), quienes lideran las encuestas en un virtual empate y se proyectan como contendores de una segunda vuelta programada para el 19 de octubre, en un inédito enfrentamiento entre dos candidatos de derecha. Por su parte, el oficialista Eduardo del Castillo y el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, marchan en posiciones rezagadas.
El malestar ciudadano contra el MAS se percibe con fuerza. “La gente se ha cansado, yo veo mal la situación: no hay gasolina, no hay diésel y tampoco gas”, comentó Saturnina Sahuira, vendedora ambulante de 47 años, quien aseguró que tras años de apoyar al MAS ahora optará por un cambio.
Doria Medina y Quiroga han coincidido en la necesidad de desmontar el modelo económico del MAS e impulsar una economía de mercado. El primero propone un plan de choque de 100 días para recuperar la estabilidad económica, mientras que Quiroga anticipa un remezón total: “Vamos a cambiar todo, absolutamente todo. Son 20 años perdidos”.
Ambos candidatos también han señalado que el expresidente Evo Morales debe rendir cuentas ante la justicia. Morales, que gobernó entre 2006 y 2019, fue inhabilitado por el Tribunal Constitucional para postular nuevamente y enfrenta una orden de detención por presunta trata de una menor, acusación que niega. Desde el Trópico de Cochabamba, promueve el voto nulo al no contar con un candidato propio.
Analistas coinciden en que, más que un giro ideológico, la población busca estabilidad. “No creo que la gente esté conscientemente diciendo que quiere un cambio ideológico, sino que quiere estabilidad”, explicó Daniela Osorio Michel, investigadora del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales.