
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ordenó este jueves al Ejército intensificar sus operaciones militares contra objetivos estratégicos y gubernamentales en Teherán, con el objetivo de eliminar amenazas directas al Estado de Israel y debilitar al régimen iraní.
“La primera prioridad es la seguridad de Israel. El primer ministro (Benjamín Netanyahu) y yo hemos ordenado a las fuerzas de defensa de Israel que intensifiquen sus ataques contra objetivos estratégicos en Irán y contra objetivos gubernamentales en Teherán para eliminar las amenazas al Estado de Israel y socavar el régimen de los ayatolás”, señaló Katz mediante un comunicado oficial.
La decisión se produce tras el impacto de un misil en uno de los edificios del Hospital Soroka, en la ciudad israelí de Beersheva, ocurrido esta misma mañana. Si bien el ataque provocó importantes daños materiales, las autoridades médicas informaron que sólo se registraron heridos leves.
Katz responsabilizó directamente al líder supremo iraní, Ali Jameneí, acusándolo de atacar deliberadamente instalaciones civiles desde un lugar seguro: “Se esconde en su búnker fortificado mientras dispara con precisión contra hospitales y edificios residenciales en Israel. Estos son crímenes de guerra de la mayor gravedad, y Jameneí responderá por sus crímenes”.
Posteriormente, desde el hospital afectado, el ministro de Defensa intensificó su discurso, calificando al líder iraní como “el Hitler moderno” y afirmando que “no debería seguir existiendo”. “Las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) han recibido instrucciones y saben que, para lograr todos los objetivos, este hombre, sin lugar a dudas, no debería seguir existiendo”, declaró Katz a medios locales.
Por su parte, el primer ministro Benjamín Netanyahu advirtió en su cuenta oficial en la red X que “los tiranos de Teherán pagarán por este ataque”. Días antes, en una entrevista con la cadena estadounidense ABC, había asegurado que la muerte de Jameneí pondría fin al conflicto “en lugar de escalarlo”.