
El expresidente de Estados Unidos y actual candidato presidencial, Donald Trump, advirtió este jueves que impondrá un arancel del 25% a Apple si la empresa no traslada la fabricación del iPhone a territorio estadounidense.
El anuncio fue realizado a través de su red social, Truth Social, donde escribió: “Si ese no es el caso, Apple deberá pagar un arancel de al menos el 25% a Estados Unidos”. La declaración apunta directamente a la cadena global de producción de la tecnológica, cuyos dispositivos se ensamblan principalmente en China, en la megafábrica de Zhengzhou operada por Foxconn, aunque sus componentes provienen de más de 40 países, incluyendo India, Vietnam y Taiwán.
La amenaza forma parte de una política de presión que Trump ya impulsó durante su primer mandato, con el objetivo de que las grandes compañías tecnológicas reubiquen sus operaciones industriales en Estados Unidos. Esta línea vuelve a ser parte central de su actual campaña electoral.
Pese a que Apple ha comenzado a diversificar su cadena de suministro fuera de China, sobre todo tras las tensiones comerciales durante el mandato anterior de Trump, la mayor parte de su producción aún se mantiene fuera del país norteamericano, principalmente por razones de escala y costos.
Expertos en comercio internacional advierten que, de aplicarse este arancel, los precios del iPhone podrían incrementarse de forma significativa para los consumidores estadounidenses. Además, la medida podría reactivar tensiones comerciales con países asiáticos clave en la cadena de suministro de la empresa.