
El Ministerio de Situaciones de Emergencias de Rusia confirmó este jueves que no hubo sobrevivientes en el accidente del avión de pasajeros An-24 ocurrido en la remota región de Amur, al oriente del país y fronteriza con China. Se estima que murieron unas 50 personas, entre ellas 43 pasajeros, incluidos cinco niños.
“Según datos preliminares, no hay supervivientes”, indicó la autoridad en un comunicado oficial, agregando que las labores de búsqueda y rescate continúan en la zona del siniestro, ubicada a unos 15 kilómetros de la ciudad de Tynda, donde fueron hallados los restos del aparato en una ladera de difícil acceso.
La aeronave, un bimotor turbohélice de la compañía Angará, realizaba un vuelo entre las ciudades de Blagovéschensk y Tynda. A bordo iban 43 pasajeros y seis tripulantes, según precisó el gobernador de Amur, Vasili Orlov.
De acuerdo con los primeros antecedentes, el accidente se habría producido durante un intento de aterrizaje de emergencia. Las causas aún están bajo investigación, aunque se manejan tres hipótesis principales: condiciones climáticas adversas, un posible fallo técnico o un error humano.
Ante la magnitud del desastre, las autoridades regionales decretaron estado de emergencia en Amur, movilizando todos los recursos disponibles para colaborar con los equipos de rescate.
Hasta el momento, 149 especialistas trabajan en la zona del siniestro, a la que solo se ha podido acceder mediante desplazamientos por terreno montañoso.