Conflicto entre Tailandia y Camboya deja al menos 32 muertos y se extiende a nuevas zonas fronterizas

El conflicto armado entre Tailandia y Camboya se agravó este sábado, extendiéndose hacia el sur de la frontera común, pese a los llamados de ambas naciones a una solución pacífica. Las hostilidades, que comenzaron el jueves, ya han provocado al menos 32 muertes, decenas de heridos y cerca de 180.000 desplazados.

Ambos países se acusan mutuamente de haber iniciado la escalada en una antigua disputa territorial. A pesar de los esfuerzos diplomáticos en curso, los enfrentamientos se mantienen activos por tercer día consecutivo, afectando ahora también a la provincia tailandesa de Trat, en el Golfo de Tailandia.

Durante la jornada, las fuerzas navales tailandesas repelieron una incursión camboyana registrada a las 5:10 hora local. En respuesta, las autoridades militares de Tailandia activaron una nueva operación en la zona. Además, ocho distritos fronterizos en las provincias de Trat y Chanthaburi están bajo ley marcial desde la noche del viernes, medida decretada para facilitar la movilidad de tropas, fuerzas policiales y civiles.

La Segunda Región del Ejército de Tailandia denunció nuevos ataques de Camboya con artillería pesada, lanzagranadas y medios aéreos. Aunque no se reportaron víctimas fatales en esas acciones, se informó de la muerte de un general camboyano en combates ocurridos en Phu Makheua, en la provincia de Sisaket, hecho que no ha sido confirmado por Nom Pen.

Hasta ahora, las cifras oficiales dan cuenta de 19 muertos en Tailandia (13 civiles y 6 militares) y 13 en Camboya (8 civiles y 5 soldados), mientras el uso de cazas F-16 y cohetes BM-21 evidencia el creciente nivel de violencia del conflicto.

La comunidad internacional ha comenzado a intervenir. Tanto Tailandia como Camboya llevaron el caso al Consejo de Seguridad de la ONU, que celebró una reunión de emergencia el viernes en Nueva York. En la instancia, el embajador camboyano Chhea Keo pidió un alto el fuego inmediato y una solución pacífica, mientras Tailandia acusó a su contraparte de actuar de forma “indiscriminada e inhumana”.

El primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, en su calidad de presidente rotatorio de la ASEAN, propuso una tregua, recibiendo señales de apertura por parte de ambos gobiernos. En tanto, el canciller tailandés, Maris Sangiampongsa, reafirmó el compromiso de su país con una resolución pacífica, “basada en el derecho internacional y en cooperación con la comunidad internacional”.

Mostrar más
Botón volver arriba
----fin google ----