Juan Santana, diputado PS: “La disputa en el partido es de poder por poder”

Desde un principio de las elecciones internas del Partido Socialista, el diputado Juan Santana decidió tomar un rol más de segunda línea. Si bien ha estado distante de su sector interno, la Nueva Izquierda –facción que apoyó la reelección de Álvaro Elizalde- y tras semanas de incertidumbre, el parlamentario decidió respaldar de manera crítica al timonel. Esto, pese a que en las últimas elecciones de las Juventudes Socialista, donde postuló al cargo de presidente, no fue apoyado por el senador, sino que por el sector disidente del partido.

El dirigente, que hoy es el único que tiene un cupo asegurado en la próxima directiva por haber conseguido quedarse con la presidencia de la JS, reconoce la crisis que vive su colectividad y asegura que “debemos partir por reconocer la precariedad y el vacío tremendo que existe en nuestro debate político interno”.

Además reconoce el liderazgo de Elizalde, el que según él representa una mayoría que quedó demostrada en las elecciones y que debe ser ejercida. Sin embargo, advierte que tendrá “la tarea ineludible de generar condiciones para que el PS no viva un quiebre que permita la fragmentación extrema del PS”.

¿Cuál es la manera de destrabar la crisis por la que atraviesa el PS?

Al comité central llegarán los dirigentes del PS que fueron electos democráticamente y por supuesto que debería primar ese principio, que además forma parte de la historia del partido. Espero que las mayorías se expresen y que quienes tuvieron este respaldo lo puedan ejercer, pero al mismo tiempo sean capaces de dar señales, de hacer gestos, en la dirección de que el PS avance en unidad. La dirección, cualquiera que sea, que asuma el día sábado, si comienza con ese hito va a estar marcada por el quiebre, lo que por supuesto es un aspecto negativo que estará instalado durante toda la próxima administración.

Habla de dar señales. ¿Qué tipo de señales espera del futuro presidente? Que todo indica sería Álvaro Elizalde. 

Yo hablé con Elizalde cuando vino a Atacama y le manifesté exactamente lo mismo. La lista que él lidera obtuvo un respaldo en las elecciones, eso es cierto, y es además de sentido común que esa mayoría él la ejerza. Pero la situación que vive actualmente el partido no obedece necesariamente a los resultados que se obtuvieron en la elección. El debate tiene que ver con cuál es el dilema que vive el PS. El senador Elizalde obtuvo una gran mayoría y por cierto es la expresión democrática del partido, que es un valor que no se puede negar y que se debe reconocer en su condición, pero él tiene la tarea ineludible de generar condiciones para que el PS no viva un quiebre que permita la fragmentación extrema del PS.

Deduzco entonces que no está de acuerdo con esta idea de que Elizalde dé un paso al costado. 

Él tiene que evaluar una situación de esas características. Yo creo que él legítimamente tiene la opción de ser el presidente del PS, si es que la lista que lo inscribió ratifica eso en el comité central, pero también tiene la tarea de generar un cuadro de unidad y evitar el quiebre interno. Si él considera que eso se puede llevar adelante liderando él el partido nuevamente como presidente, estoy de acuerdo. Si él considera que no es así, tendrá que evaluarlo. Lo peor que podría pasarnos es que el día sábado renuncien algunos compañeros y compañeras que son valiosos.

¿Hay riesgos de una fuga masiva?

He escuchado sobre la eventual salida de compañeros y compañeras jóvenes. Si esto ocurre, sea cual sea la nueva dirección partidaria, estará marcada por la lamentable salida de militantes valiosos. A muchos de ellos los conozco desde hace años, con algunos tengo coincidencias y con otros profundas diferencias políticas en sus planteamientos. Sin embargo no son militantes fantasmas. A pesar de que piensen distinto, son jóvenes que cumplen con su militancia, y eso es justamente lo contrario a lo que hoy rechazamos. Esa es la razón por la que hay que poner todos los esfuerzos en evitar que se produzca cualquier tipo de quiebre. Y me siento con la autoridad moral para pedirles a los líderes históricos del socialismo y a la actual dirigencia, que se haga el último esfuerzo por evitar la fragmentación, ya que si eso ocurre quienes tendrán que asumir ese costo son los jóvenes del partido.

¿Elizalde, con su liderazgo tal como está hoy, puede sacar al PS de la crisis?

Elizalde tuvo una mayoría que lo respaldó, y el partido es democrático. Cuando se diseñaron candidaturas parlamentarias el mismo Álvaro Elizalde reconoció que privilegió aquellas candidaturas que eras más competitivas ante la ciudadanía y demostró que poniendo criterio y sentido común sobre la mesa podía irnos bien y el PS obtuvo la bancada de diputados más grande y también en el Senado. Por tanto, este debate yo lo sacaría de los comicios internos. Él como liderazgo, senador y referente del partido debiese proponernos algún método que permita mejorar y restituir las relaciones entre las distintas tendencias. Eso lo puede hacer Elizalde en la medida de que dé gestos claros como el que realizó en las elección parlamentaria.

Se ha dicho el PS está dañado. Además de la situación del narcotráfico, ¿responsabiliza a alguien?

Una cosa es tener diferencia y otra cuestión es descalificar. Yo creo que han habido comentarios y opiniones que han superado el marco de respeto de debe existir en un debate al interior de un partido. Esto ha perjudicado no solo nuestra relación interna, sino que también con otros partidos de oposición. Espero, y tengo optimismo, de que el sábado el partido va a poder dar un debate fructífero donde se pueda establecer cuáles van a ser los caminos y cuáles las herramientas para mejorar nuestras relaciones tanto entre nosotros, como con el resto de los partidos.

Desde el oficialismo cuestionan la estrategia de Marcelo Díaz. ¿Es él quien ha descalificado?

A mi hay algo que me tiene medio choreado respecto al debate del PS. Junto con el tono, es el fondo. Acá lo que se debate tiene que ver con los número, con quién ganó la elección, con cuán verídico fue el proceso electoral ¡Pero nadie ha hablado de las diferencias políticas que tienen las dos listas! Entonces aquí hay un problema de fondo, nuestras diferencias no están dadas a partir de perspectivas políticas y eso es muy perjudicial. Los socialistas debemos reconocer la precariedad profunda, el vacío tremendo que existe en nuestro debate político interno y que nuestras diferencias no tienen que ver con las perspectivas sino que con otro tipo de cosas, que a esta altura desconozco y que espero se modifiquen a la brevedad.

Ya estando dentro de la mesa. ¿Qué propuestas debe trabajar la directiva para superar la crisis?

La Juventud Socialista está preparando un documento, junto con el instituto Igualdad, que presentaremos el sábado con modificaciones a la ley de partidos políticos y además cambios en los estatutos. Eso es desde el punto de vista administrativo, pero acá la principal tarea es sincerar los motivos que hoy nos dividen.  Si no somos capaces de demostrar que nuestras diferencias no están dadas bajo puntos o paradigmas ideológicos, vamos a estar reconociendo que las diferencias que hoy día tenemos son diferencias por acceder a espacios de poder y a eso me parece que es la característica y el rasgo al cual un partido de izquierda no puede volver jamás. No puede volver un partido de izquierda a tener ese rasgo nefasto para nuestra actividad que es acceder a cargos de poder por estar en el poder.

¿Y esta discusión del partido se está dando sólo por alcanzar poder?

Es evidente de que esta disputa es de poder por poder. Porque de lo que menos se habla es de ideas o de un proyecto político que se le ofrezca a la militancia y al país. En ello, sin duda, todos tenemos un grado de responsabilidad. No asumirlo no solo es mentirnos entre nosotros, sino que ademas es no colaborar con salidas y mejoras a nuestra práctica política. Por lo mismo, el primer acuerdo y compromiso que debiesemos asumir todas y todos los socialistas es volver a dotar de contenido político al partido. En esta tarea, los jóvenes socialistas tenemos una responsabilidad histórica.

fuente : latercera.cl