Canciller Ampuero: «Yo pienso que es un derecho humano migrar»
El ministro contradijo lo manifestado el pasado fin de semana por el subsecretario Ubilla.
El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, dejó manifiesta una contradicción al interior del Gobierno respecto a la migración al declarar que la considera como un derecho humano.
En el marco de su presencia ante la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, el canciller manifestó una posición distinta a la manifestada el pasado fin de semana por el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla.
«Yo pienso que es un derecho humano migrar», expresó Ampuero
El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, dejó manifiesta una contradicción al interior del Gobierno respecto a la migración al declarar que la considera como un derecho humano.
En el marco de su presencia ante la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, el canciller manifestó una posición distinta a la manifestada el pasado fin de semana por el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla.
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«Yo pienso que es un derecho humano migrar», expresó Ampuero, cuando Ubilla había manifestado en nombre del Ejecutivo que no era, en el marco de la decisión de no firmar el Pacto de Migración de la ONU.
En la comisión el diputado Pablo Vidal (RD) planteó a Ampuero: «¿Está de acuerdo con esta declaración de que migrar no es un derecho humano?», ante lo que el canciller expuso que «mi convicción profunda es que, obviamente, las personas tienen el derecho a irse de su país cuando lo estimen conveniente. En eso no tenemos ninguna duda. Ahora, la práctica política real nos muestra que uno no puede ir al país donde quiera».
o, cuando Ubilla había manifestado en nombre del Ejecutivo que no era, en el marco de la decisión de no firmar el Pacto de Migración de la ONU.
En la comisión el diputado Pablo Vidal (RD) planteó a Ampuero: «¿Está de acuerdo con esta declaración de que migrar no es un derecho humano?», ante lo que el canciller expuso que «mi convicción profunda es que, obviamente, las personas tienen el derecho a irse de su país cuando lo estimen conveniente. En eso no tenemos ninguna duda. Ahora, la práctica política real nos muestra que uno no puede ir al país donde quiera».
