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«No vamos a dialogar»: Delgado cierra puerta a encapuchados tras muerte de joven en Cañete

El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, afirmó que como Gobierno no dialogarán con encapuchados, en alusión a lo sucedido este martes en Cañete, donde un joven operador forestal murió por un disparo percutido por encapuchados.

Fue en el marco de la aprobación de una nueva prróroga del Estado de Emergencia en cuatro provincias de la Macrozona Sur, que la autoridad lamentó el nuevo hecho de violencia, afirmando que están en plena investigación respecto a lo sucedido la mañana de este martes en el sector de Butamalal.

“Estamos hablando de una decena de encapuchados que ingresa a un predio forestal, estamos en plena investigación, pero ingresan y disparan a mansalva incluso, aparentemente por la espalda, con resultado de muerte de una persona de 22 años”, recordó.

Fue en ese marco que Delgado tajantemente rechazó el diálogo con quienes cometen estos hechos: “¿Vamos a dialogar con un encapuchado que ingresa con armamento de grueso calibre a un predio donde trabajan personas y disparan a mansalva? Nuestra respuesta siempre ha sido categórica, no, con ellos no vamos a dialogar”.

“Vamos a dialogar y estamos dialogando con todos aquellos municipios de la Macrozona Sur, con todos aquellos actores relevantes que lo que buscan es el trabajo sensato con las comunidades, fomentar el dialogo, la inversión (…) ese es el camino”, continuó.

El ministro argumentó en que “quien ocupa la capucha y ocupa un arma de guerra para atacar a personas que están trabajando nunca van a ser foco de diálogo, porque no creen en el diálogo. Ellos son los mismos que nos amenazan permanente no sólo al Gobierno, al Estado, finalmente a la República, a los habitantes de la Macrozona Sur, con sus videos, con sus declaraciones y por supuesto con sus acciones, entre ellas, acciones que generaron pérdidas de vida humana”.

En relación a lo sucedido en Cañete, Delgado precisó que se encuentran indagando el origen de la faena y cuál es la relación que existe entre las personas que trabajan allí, los dueños del fundo y los atacantes.

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