
Dicen que la cocina es el corazón del hogar, y no es una exageración. Es ahí donde ocurren las conversaciones importantes, donde se comparten recetas, se improvisan ideas y donde muchas veces nacen las mejores anécdotas familiares. No importa quién tome la cuchara: abuelas, madres, padres, hijas o hijos. Todos tenemos una historia en esa mesa.
Este Día de la Madre no celebramos que «ellas cocinan», celebramos que están. Que se sientan, que conversan, que enseñan y que dejan huellas que traspasan generaciones, sabemos que la cocina no tiene género, pero sí corazón.
En TEKA queremos destacar ese espacio que ha sido refugio, sala de ensayo, laboratorio de sabores y lugar de conexión entre generaciones. Un espacio donde las madres y abuelas también han compartido su legado, pero que hoy es, más que nunca, un punto de encuentro para todas las personas.
Es por esto que desarrollamos soluciones que acompañan esos momentos: cocinas que combinan diseño, eficiencia energética y comodidad. Porque entendemos que la innovación también se trata de facilitar la vida cotidiana, sin perder de vista el planeta ni el valor de compartir. Porque sabemos que detrás de cada comida hay una persona que quiere sorprender, reunir o simplemente acompañar. Y en ese gesto, también estamos nosotras.