
En la actualidad, los adultos mayores se enfrentan a la vulnerabilidad del uso de las tecnologías en su día a día. El avance de las plataformas y de los sistemas informáticos han hecho que las personas mayores se vean obligadas al uso de estos, enfrentando desafíos en temas como accesibilidad, seguridad y uno, no menos importante, la adaptación. Una de las ventajas del buen uso de la tecnología está vinculada con la salud mental del adulto mayor. Y esto es la interacción en las redes sociales, lo cual trae una excelente comunicación y conexión social con su entorno, tanto familiar, laboral como amistoso, teniendo presente a todos las personas importantes a una llamada o incluso video. Otra ventaja del uso de la tecnología es lo relacionado con entretenimiento y aprendizaje a través de plataformas de tutoriales y/o cursos en línea. También observamos que se puede reducir el tiempo de espera en filas de establecimientos como clínicas, servicios básicos, compras, transacciones bancarias, etc. Pero aquí viene el problema más grande; las desventajas o barreras tecnológicas que aún no se han superado, la brecha digital entre los procesos manuales y los digitales, la dificultad de aprendizaje para conocer las interfaces de las aplicaciones, saber distinguir entre la verdadera o una copia donde los pueden estafar virtualmente, la usabilidad de los dispositivos móviles y la resistencia al cambio en algunas situaciones.
El tema más complejo de esta brecha digital es la existencia de phishing y estafas por medio de correos falsos de ofertas, bancos, promociones, aplicaciones fraudulentas que roban la identidad y hasta los datos bancarios.
Muchas veces, los adultos mayores no saben diferenciar entre una web real y una que no lo sea, precisamente por la brecha digital. Para evitar esto, se promueve la capacitación constante, el apoyarse en los amigos y familiares para que, con su supervisión, puedan entrar en el mundo tecnológico de una manera eficiente en los temas que les competen para un buen desarrollo en la vida cotidiana.
El buen y correcto uso de la tecnología con acompañamiento mejora la calidad de vida del adulto mayor, pues logran sentirse capacitados para todos los retos de estos años tecnológicos que están viviendo.