
A pesar que muchas de las cifras que se han dado a conocer son buenos augurios, hay que verlas con mesura por cuanto el desarrollo minero es a largo plazo.
Pero este primer semestre de 2025 es importante destacar un aumento significativo de la inversión minera aprobada. Es así como se ha reportado que alcanzó un récord de US$1.368 millones, lo que indica un fuerte dinamismo y confianza en el sector. Además, se han presentado 12 nuevos proyectos en el primer trimestre sumando una inversión de US$3.148 millones, lo que refleja una tendencia creciente en comparación con años anteriores.
No menor es el anuncio de la recuperación y aumento de la producción de cobre en minas clave como Escondida de BHP, que creció un 15.7% en el primer trimestre de 2025, alcanzando 333.6 mil toneladas. Esto es un hito importante dada la relevancia de Escondida para la producción nacional.
Spence (BHP,) reportó una producción de cobre de la mina de 67.9 mil toneladas, es decir, experimentó un crecimiento del 10% en el primer trimestre de 2025.
En general, el sector minero ha sido un motor clave del crecimiento del IMACEC (Índice Mensual de Actividad Económica) en Chile en el primer semestre, impulsando el alza del PIB en regiones mineras como Antofagasta y Atacama.
Se observa un avance en la ejecución de importantes proyectos de expansión y optimización. Aunque algunos son de largo aliento, el año 2025 está siendo clave para concretar iniciativas. Entre ellas destacan el Proyecto Optimización Concentradora Escondida (BHP); la Expansión Los Bronces Integrado (Anglo American); el Proyecto Rajo Inca (Codelco – División Salvador), que busca extender la vida útil de la mina.
En cuanto a proyectos de litio en el Salar de Atacama (Albemarle y SQM), con avances en permisos y acuerdos estratégicos que consolidan a Chile en la extracción de litio, un paso decisivo para la energía verde.
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Otra noticia importante es el aumento en el precio del cobre y las perspectivas positivas, ya que ha mostrado una tendencia al alza, subiendo a su mayor nivel desde marzo (hasta junio de 2025). Esto es fundamental para los ingresos del país y la rentabilidad de las empresas mineras.
Además, Cochilco ha pronosticado que el precio del cobre alcanzaría los US$4.30 en 2026, lo que genera un ambiente de optimismo y estabilidad para futuras inversiones.
En tanto, la minería chilena sigue avanzando en la integración de energías renovables y la electrificación de sus operaciones. Un ejemplo es la operación del Distrito Candelaria-Lundin Mining con 100% de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables.
Se ha visto un impulso en la innovación tecnológica y automatización, con un creciente uso de Big Data, Machine Learning e Inteligencia Artificial para mejorar la productividad, la seguridad y la eficiencia en la toma de decisiones.
Hemos conocido de diversas alianzas que permitirán mejorar el desarrollo e investigación para estos fines, especialmente en I+D+I. Pero quedan ciertas acciones a realizar para una mayor y mejor explotación del litio, como la modernización de una política nacional para ello y potenciar todas las medidas para explotar el litio chileno que se encuentra prisionero.
Estos hitos reflejan un semestre positivo para la minería chilena, impulsado por una combinación de inversiones, mejoras en la producción de minas clave, precios favorables y un compromiso creciente con la sostenibilidad y la innovación. Sin embargo, se contrapone con el Comité de Ministros que está en un serio conflicto de competencia con los tribunales de justicia y ambientales.
LO NEGATIVO DE LOS ÚLTIMOS SEIS MESES
: Lamentablemente son varios los temas que echan por tierra o quitan mérito a lo indicado anteriormente.
Uno de ellos es la incertidumbre regulatoria y fiscal. Las constantes discusiones sobre cambios en el Código Minero, la Ley de Royalty (ya aprobada, pero siempre bajo el escrutinio de su impacto en la competitividad), o nuevas regulaciones ambientales, generan indecisión para la inversión a largo plazo.
A esto se suma el constante aumento de impuestos a todo nivel, que genera desconfianza en los inversionistas y afecta el crecimiento socioeconómico del país; la maldición de la permisología; la disminución de la ley de minerales y su impacto. A medida que las reservas de cobre más fáciles de extraer y de mayor ley disminuyen, las operaciones chilenas deben procesar volúmenes crecientes de mineral de menor ley para mantener los niveles de producción. Esto se traduce en mayores costos de extracción, molienda y procesamiento, además de un mayor consumo de recursos (agua, energía).
Considero importante modernizar las instituciones de gobierno ENAMI, Sernageomin, ENAP. Ministerio de Minería. Hace falta una política de Astrominería y Espacial, al igual que incentivos para la inversión y sobre todo la exploración geológica, entre otros puntos como por ejemplo, mejorar la infraestructura y logística.
En resumen, los desafíos para el crecimiento de la minería chilena son multifacéticos. Requieren de un enfoque integral que combine la innovación tecnológica, una gestión sostenible de los recursos, un marco regulatorio estable y predecible, y un fuerte compromiso con las comunidades y el desarrollo del capital humano.
CONSECUENCIAS CONFLICTOS BÉLICOS
Aunque la distancia geográfica entre Medio Oriente y Chile podría sugerir que los conflictos en esa región tienen un impacto marginal sobre nuestra vida cotidiana, la realidad es distinta. La reciente escalada de tensiones entre Irán e Israel no solo ha reconfigurado el tablero geopolítico global, sino que también ha comenzado a reflejarse en el bolsillo de millones de chilenos, principalmente a través del aumento en los precios de los combustibles y sus efectos colaterales.
Tras el ataque de Irán a territorio israelí en abril de 2024, el precio internacional del barril Brent superó los 90 dólares, y analistas advierten que podría acercarse a los 100 si la situación se agrava. Esta volatilidad no es nueva, pero en un escenario postpandemia e inflacionario, resulta más preocupante.
Para Chile, país importador neto de hidrocarburos, esta alza tiene consecuencias directas: un mayor precio de la gasolina y el diésel, con efectos inmediatos en el costo del transporte, la producción y la canasta básica. A esto se suma el tipo de cambio, que tiende a sobre reaccionar ante el aumento del riesgo global. La combinación de ambos factores podría presionar aún más la inflación, afectando de manera desproporcionada a los hogares más vulnerables, especialmente en regiones donde el transporte público es limitado y el acceso a bienes esenciales depende de extensas cadenas de distribución. Un alza sostenida del precio del petróleo podría incluso frenar la incipiente recuperación económica, elevando los costos de vida y generando tensiones sociales adicionales
Es imperdonable que desde hace más de 50 años Chile es absolutamente dependiente de la importación de petróleo, implica tomar decisiones impopulares como el reajuste del Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles (MEPCO) o posponer reformas estructurales. En este escenario, el debate sobre nuestra vulnerabilidad energética cobra renovada relevancia:
¿Hasta cuándo dependeremos tan intensamente del petróleo importado? ¿Qué tan preparados estamos para enfrentar un shock prolongado en los mercados energéticos?
La promoción de la electromovilidad, el impulso a las energías renovables, el desarrollo futuro del hidrógeno verde, el fomento a la eficiencia energética y otras iniciativas de transición son pasos ineludibles si aspiramos a una economía más resiliente y sostenible y para ello todos los involucrados en el sector debemos trabajar para engrandecer nuestra minería y a Chile.
Aprovechamos la ocasión para recomendar a los comandos de los candidatos a la presidencia que pongan a la minería como la viga maestra y el sostén de nuestra economía, fortaleciéndola y desarrollándola. Se debería partir por hacer un plan de exploración geológica país por cada región para conocer las riquezas minerales que están en cada una de ellas, solucionar la subida de manera irresponsable las patentes mineras y liberar al litio de una vez, pues ya no es estratégico.
«Cada día es una nueva oportunidad para volver a empezar.»
QuillBot.