Con la discusión sobre la cuota de la merluza en el centro del debate, la Comisión Mixta del Congreso se reúne esta tarde para intentar destrabar uno de los puntos más controvertidos del proyecto de fraccionamiento pesquero: la distribución entre la pesca artesanal e industrial.
El artículo referido a la merluza ya había sido votado anteriormente, asignando un 52% al sector artesanal y un 48% a la industria. Sin embargo, la decisión provocó la reacción de la empresa Pacific Blue, que anunció el cierre de sus operaciones en la Región del Biobío para el próximo año, lo que generó presión sobre el Ejecutivo y el Congreso.
La controversia aumentó luego de que se conociera que el subsecretario de Pesca, Julio Salas, presentó ante los parlamentarios cifras parciales de extracción correspondientes a septiembre de 2024 como si fueran del año completo anterior. La situación provocó un quiebre político que obligó a suspender el debate por dos semanas, en busca de un nuevo consenso.
La sesión de esta tarde tiene por objetivo reabrir la votación, lo que solo puede concretarse si hay unanimidad. Uno de los parlamentarios clave, el diputado Jorge Brito (FA), declaró que está dispuesto a reevaluar su voto “siempre y cuando la mayoría de la cuota no quede en manos del sector industrial, que es el único que utiliza pesca de arrastre de fondo, que destruye nuestro mar y deja a la merluza en un estado crítico”.
Desde el sector contrario, el diputado Sergio Bobadilla (UDI), quien en principio se oponía a revisar lo ya acordado, expresó que estaría disponible para aprobar la reapertura de la votación bajo condiciones específicas: “Solo si el ministro (Nicolás Grau) propone que todos los desembarques sean certificados presencialmente y se evalúa abrir el recurso besugo”.
Financiamiento y alternativas de equilibrio
Además de la disputa sobre la cuota de la merluza, la Comisión Mixta abordará el mecanismo de financiamiento de la ley, que representa otro eje fundamental para su viabilidad. El ministro de Economía, Nicolás Grau, adelantó que el Ejecutivo presentará una propuesta que contempla el establecimiento de una patente como fuente de financiamiento.
Grau también reconoció la complejidad de alcanzar un equilibrio entre el desarrollo del sector artesanal y el industrial, sugiriendo que una implementación gradual del nuevo esquema podría ayudar a resolver las diferencias: “Lo segundo es cómo llegar a un acuerdo en el caso de la merluza que sea tan positivo como el logrado en otros casos”, señaló.
La definición de esta jornada será clave para el futuro del proyecto, que tras la votación en la Comisión Mixta deberá ser ratificado por la Cámara de Diputados y el Senado. En caso de que no se logre un nuevo acuerdo, continuará vigente la actual normativa que otorga el 60% de la cuota de merluza a la industria y el 40% al sector artesanal.
