
En un contexto marcado por decisiones clave para el país, un estudio elaborado por la Universidad de los Andes en conjunto con Tú Influyes evidenció un profundo distanciamiento entre la ciudadanía y la clase política. Según el sondeo, 8 de cada 10 chilenos no se sienten escuchados por las autoridades, reflejo de una desafección que atraviesa distintos territorios y niveles socioeconómicos.
Ante la consulta “¿cree usted que los políticos entienden los problemas de la gente?”, un 81% respondió negativamente, mientras que solo un 14% dijo que sí y un 5% no supo o no contestó. Entre quienes consideran que las autoridades no comprenden las necesidades reales, la percepción se intensifica en el norte (86%), seguido por el sur (82%) y el centro (77%). Por nivel socioeconómico, la cifra alcanza 84% en el grupo D, 81% en el E y C3, 80% en el C2 y 74% en el ABC1.
El académico Guillermo Bustamante, de la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes, advirtió que este fenómeno es propio de personas “desafectadas de la política”, y subrayó que la desafección representa hoy uno de los mayores desafíos para las democracias. Explicó que quienes se sienten ajenos al sistema tienden a restarse de los procesos electorales, tendencia que la obligatoriedad del voto ha buscado contrarrestar.
El estudio también analizó emociones y prioridades ciudadanas. Sobre el futuro del país, un 48% manifestó sentir incertidumbre, seguido por esperanza (20%), temor (15%), desilusión (9%), confianza (5%) e indiferencia (2%).
Consultados por el tema más relevante de 2025, un 48% mencionó la seguridad como principal preocupación, mientras que la economía y las pensiones alcanzaron un 7% cada una. Más atrás quedaron desigualdad (4%), salud (2%), vivienda (1%) y medioambiente (1%).
Respecto a las prioridades económicas del próximo gobierno, un 25% afirmó que el foco debe estar en controlar la inflación y el costo de la vida. Le siguen la generación de empleo (21%), el fortalecimiento de programas sociales (14%), mejoras salariales (14%) y la reducción de impuestos (12%).
En cuanto a la distribución de recursos públicos, un 33% considera que deberían dirigirse principalmente a seguridad, mientras que un 31% optó por salud. Vivienda (13%), educación (11%), pensiones (10%), medioambiente (2%) y cultura y deportes (1%) completan el listado.
Finalmente, los encuestados señalaron sus mayores preocupaciones personales: un 37% teme que algo le ocurra a su familia, un 17% expresó dificultades para llegar a fin de mes, un 12% mencionó su futuro en la vejez, un 9% no poder costear una enfermedad y otro 9% ser víctima de un asalto. Perder el trabajo (8%), no pagar la educación de los hijos (4%) y el “no sabe” (3%) cerraron las respuestas.
