
A cuatro días de que concluyan en Ginebra las negociaciones para un tratado que limite la contaminación mundial por plásticos, persisten las dudas sobre la fuerza del texto final, especialmente en lo relativo a reducir la producción y eliminar productos tóxicos. Sin embargo, Chile, impulsor inicial de la iniciativa, mantiene el optimismo y confía en que el acuerdo siente bases sólidas para la lucha futura.
“Esto no es el fin de la historia. Adoptar el tratado no será el punto final, sino un paso más que debe complementarse con otras acciones”, señaló Julio Cordano, director de Medio Ambiente del Ministerio de Relaciones Exteriores y uno de los jefes de la delegación chilena.
El país fue uno de los que promovió en 2022 la creación del comité negociador del tratado, bajo mandato del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), y lideró la coordinación inicial de países latinoamericanos como presidente de turno del Grupo de América Latina y el Caribe (GRULAC).
Cordano subrayó que, si bien existen diferentes visiones en la región, no se replica la división que se observa a nivel global entre productores de crudo y plástico, reacios a limitar la producción, y naciones con metas más ambiciosas. “El objetivo no es ir contra los plásticos, sino contra la contaminación que algunos generan”, precisó, recordando que su producción ha crecido exponencialmente en las últimas décadas.
Uno de los principales puntos de fricción es el artículo 3 del borrador, que lista productos plásticos y químicos a prohibir por su alta toxicidad. Chile mantiene una posición firme: “El artículo 3 es absolutamente fundamental, uno de los más importantes del acuerdo, y sin él tendría muy poco sentido”, afirmó.
El país ha avanzado en legislación nacional, reconociendo la responsabilidad extendida del productor y el rol clave de los recicladores, aunque Cordano enfatiza que se trata de un problema global que requiere cooperación internacional, financiamiento para países en desarrollo y consideración de las comunidades más afectadas, incluidas las locales e indígenas.