
El Banco Central publicó este miércoles el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, en el que actualizó sus perspectivas para la economía chilena. El ente emisor revisó al alza el rango de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, elevándolo desde el 1,75%-2,75% estimado en marzo a un nuevo rango entre 2,0% y 2,75%.
Esta mejora en el panorama económico se conoce un día después de la Reunión de Política Monetaria, instancia en la que el Consejo del Banco decidió mantener la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 5%, nivel que conserva desde la reunión anterior.
Desde el Banco Central indicaron que las expectativas inflacionarias han mostrado una trayectoria consistente con la meta de 3%, previendo que esta se alcanzará durante la primera mitad de 2026. No obstante, el informe advierte un incremento relevante en la incertidumbre global, atribuido principalmente a las tensiones comerciales surgidas tras los aranceles del denominado “Liberation Day” del 2 de abril, y al agravamiento del conflicto en Medio Oriente.
Pese a su relevancia, los efectos de estas tensiones geopolíticas no fueron incluidos en el escenario central de proyecciones del IPoM. Sin embargo, se reconoce que el impacto de las disputas comerciales sería negativo, aunque difícil de cuantificar debido a su evolución impredecible. También se observa un comportamiento inusual de los mercados financieros globales ante estos eventos, con un aumento del riesgo en los activos estadounidenses, posiblemente vinculado a preocupaciones sobre su situación fiscal e institucional.
En el plano interno, se destacó el fortalecimiento de monedas distintas al dólar, mientras que las medidas comerciales adoptadas por Donald Trump aún no han tenido efectos significativos. A ello se suma que los índices de confianza no reflejan un deterioro en las condiciones del comercio exterior nacional.
El informe también aborda la evolución de la inflación, que ha seguido una trayectoria en línea con lo previsto. Incluso, la inflación subyacente —que excluye los componentes más volátiles— ha sido inferior a lo anticipado. Asimismo, los riesgos inflacionarios observados durante el primer semestre del año se han moderado, y no se han evidenciado efectos de segunda vuelta derivados de los shocks de costos previos.
En cuanto a la actividad económica, se señala un mayor dinamismo, impulsado por una demanda interna que avanza según lo proyectado. Se resalta además una disminución sostenida de los niveles de endeudamiento y carga financiera, mientras que los salarios continúan creciendo con fuerza, en parte debido a recientes cambios legislativos. No obstante, este incremento de los costos laborales ocurre en un contexto de lenta creación de empleos y aumento de la tasa de desempleo.
La inversión, medida a través de la formación bruta de capital fijo, tuvo un bajo rendimiento en el primer trimestre. Aun así, se proyecta una recuperación en los próximos meses, lo que contribuiría a reforzar el crecimiento económico.
Dentro de las proyecciones más específicas, el IPoM indica que los desvíos del comercio internacional podrían generar una reducción de precios en algunos productos importados por Chile —especialmente bienes durables—, con un impacto a la baja de 0,3 puntos porcentuales en la inflación anual.
En términos generales, el escenario central del informe mantiene una perspectiva similar a la de los últimos seis meses, aunque con una leve mejora en la actividad y una inflación en moderación. Por ello, las principales alertas del documento están relacionadas con factores externos, particularmente las disputas comerciales y los ataques en Oriente Medio.
Para el mediano plazo, las estimaciones del PIB para 2026 y 2027 se mantienen en el rango de 1,5% a 2,5%, mientras que la mejora en las proyecciones de 2025 se explica por un mejor desempeño de la actividad a comienzos de año, lo que proporciona una base más sólida para el resto del período.