
En búsqueda de que la tercera sea la vencida, tal como dice el dicho, el candidato Eduardo Artés se prepara para lo que será la elección presidencial del próximo 16 de noviembre. El profesor también evalúa a los demás aspirantes a La Moneda.
A 6 años del estallido social, el presidenciable -independiente y representante del movimiento Partido Comunista Acción Proletaria- asegura que cualquiera sea el próximo gobierno, no estará exento a la falta de paz social, incluyendo una eventual administración de Jeannette Jara (PC). En esa línea, va más allá y plantea que con José Antonio Kast habrá nuevamente un levantamiento popular, como define lo que se inició el pasado 18 de octubre de 2019.
En conversación con BioBioChile, Artés aborda parte de sus propuestas para llegar al sillón presidencial. Entre ellas: una Asamblea Constituyente, pena de muerte para pedófilos y líderes del crimen organizado, además de nacionalizar empresas claves que incluyan a las organizaciones que cuentan con capital chino.
Con críticas al gran empresariado, el candidato a la izquierda del PC defiende su decisión de no participar en el debate Enade 2025. A su juicio, los empresarios “no escuchan e imponen”. Asimismo, el dirigente social asegura que en caso de ser electo sufriría un Golpe de Estado. “Sé la naturaleza, qué intereses tienen y hasta dónde están dispuestos a llegar para defenderlos”, comenta.
Contingencia: Eduardo Artés, ausencia en Enade y premio Nobel de la Paz
—¿Por qué no fue al debate de Enade? Solo faltó usted.
Yo no me voy a prestar para una cosa mediática con el gran empresariado, que de cualquier manera es responsable de la situación social del país. Más aún, ellos no hacen nada por mejorar, sino que al contrario. Entonces, yo no iba a estar en esa situación porque era una reunión de ellos, para discutir sus temas y de ahí colocarle el podio a los candidatos para que le hablen a ellos. ¿Qué le podría hablar yo? Le podría decir al gran empresariado que es horrible (…) que son pésimos los sueldos en las situaciones de vida y cesantía que hay en el país. ¿Qué les iba a ir a contar? Si ellos lo saben porque son los responsables. No, por ningún motivo, yo no me iba a prestar para esa situación. Los demás candidatos fueron todos ordenaditos, se portaron muy bien y estuvieron de acuerdo a lo que le exige el gran empresariado, que, por cierto, se sienten dueños del país.
—Independiente de las razones, ¿no cree que era un buen espacio para decirle de frente a los empresarios sus planteamientos y/o propuestas al respecto?
No. Si nosotros llegamos al gobierno, como trabajamos para eso, nos reuniremos con ellos y les diremos: mire, esto es lo que votó la gente, ustedes tienen que tomarlo en cuenta y punto. Pero la práctica, la teoría y la vida misma ha demostrado que el gran empresariado no escucha, impone y convierte en súbditos a los que son los administradores del Estado.
—Siguiendo con contingencia, ¿qué le parece que el premio Nobel de la Paz haya sido otorgado a María Corina Machado?
Yo considero que cualquiera sea la opinión que se pueda tener sobre la situación de Venezuela, ella no es merecedora. No puede ser merecedora quien tiene personificado como un gran demócrata a (Benjamín) Netanyahu. Yo veo eso y quedo espantado, es quien ha estado desde hace tiempo pidiendo la intervención extranjera, o sea una invasión a su propio país. Eso no da para que alguien sea considerado como de premio Nobel de La Paz, sería el premio a la guerra.
—A su juicio, ¿quién debió haberlo ganado?
Yo creo que ese premio ya está totalmente desprestigiado. Se lo han entregado a (Barack) Obama, que fue un guerrerista. Yo no veo a esta altura, desde el punto de vista de la paz, que tenga algún valor.
Las propuestas del aspirante La Moneda por el PC(AP)
—¿Cree que la patria nueva y popular que usted propone puede establecerse por la vía de las urnas o necesitaría de otros medios?
Yo soy candidato y, por lo tanto, estamos en este espacio. Y de cualquier manera, usted comprenderá que al llevar adelante un programa como el nuestro, las formas con que el pueblo va a defender ese programa va a depender también de las formas que tenga la oligarquía, quienes quieren perpetuar un sistema de injusticia, un sistema de postración y desigualdades profundas. Si ellos no se someten a la mayoría del pueblo y actúan en forma terrorista, como lo hicieron con el compañero Salvador Allende (…) tienen que someterse a lo que es la legalidad y el pueblo tendrá derecho también a defenderse. Si esa es la lógica.
—En su programa plantea que los cambios sociales “solo podrán realizarse si los sectores explotados y oprimidos de la sociedad deciden tomar en sus manos el poder político”. ¿A qué se refiere?
Muy simple. Nosotros estamos por una patria nueva, popular y socialista, pero en eso el pueblo tiene que tomar en sus manos el comando del país. Por eso es que nosotros insistimos en una Asamblea Constituyente (AC), llamaremos a una AC que no tiene nada que ver con lo que fueron los procesos anteriores, que de asamblea no eran nada. Eso irá a una dinámica con participación, protagonismo del pueblo. Y el gobierno popular que me tocaría encabezar tiene que ponerse al servicio de ese proceso, no es un gobierno neutral que mira el proceso a ver qué está pasando y administra lo que hay. No, para administradores no estamos.
—¿Cuáles serían las primeras 3 medidas en caso de llegar a La Moneda?
La primera sería juntarme con todo lo que es el movimiento popular, fundamentalmente las direcciones sindicales (…) con los profesionales, con los estudiantes, con los dirigentes del pueblo nación Mapuche, Aymara, Rapa Nui, etc. Les diría: mira, este es el gobierno de ustedes, entonces, o nos ponemos las pilas y asumen el gobierno como propio y en la mayoría de los cargos deben estar aquí ustedes representados y opinando, o simplemente va a ser imposible llevar adelante las transformaciones.
En segundo punto, me reuniría sin lugar a duda con las Fuerzas Armadas, con la Dirección de ellos, y les mostraría nuestro programa. Espero que ellos actúen en consecuencia con lo que el pueblo votó porque aquí no hay ingenuidad, y no estoy acusando a nadie, pero las FFAA -los generales, los almirantes y todos- tienen opinión política; pensar que están inhabilitados de tener opinión… aún más cuando en algunos casos todavía, en forma abierta algunas veces o encubiertamente, la expresan. Entonces, queremos conversar porque son una fuerza importante, tienen las armas en la mano, que el pueblo se las financia. Entonces, tenemos que trabajar con ellos. Es un actor relevante en la realidad nacional.
—¿Y la tercera?
Entraríamos en una aplicación inmediata de estudiar para la recuperación de los recursos naturales, fundamentalmente la propiedad de las minas del cobre, en un proceso industrializarlo y de tal manera de tener los recursos. Lo mismo pasaría con el litio, la pesca industrial y no artesanal. Ahí mismo, en esa misma línea, está el tema de la seguridad alimentaria, que son puntos centrales. Sin eso no hay dinero, porque a diferencia de los otros que quieren podar todo (…) nosotros hablamos de la inversión social, pero para tener todos esos recursos tenemos que tener el cobre, el litio, el oro y hasta las piedras raras, en nuestras manos.
—En su programa propone que los pedófilos y líderes del crimen organizado merecen “todo el peso de la ley”. ¿Se refiere a la pena de muerte?
Nosotros proponemos eso a la Asamblea Constituyente. Esos temas tan grandes, tan profundos, tienen que ser discutidos mediante un plebiscito informado y participativo de la sociedad. Es distinto. Cuando estamos hablando de pena de muerte no es en cualquier caso ni cualquier delito. Son delitos gravísimos y, al mismo tiempo, es una opinión que debe ser mejorada y discutida por el colectivo del país, por todo el país.
—En cuanto al Poder Judicial, plantea la creación de un nuevo tribunal que suprima a la Corte Suprema y que todo magistrado que “sea culpable de corrupción, debería recibir un castigo ejemplar de acuerdo con el nuevo Estado de derecho”. ¿Ese castigo ejemplar podría ser la pena de muerte? ¿Cree que un juez corrupto debería ser sancionado con pena de muerte?
No creo, pero si seguramente cárcel o de acuerdo al delito -en su mérito- tiene que ser analizado, pero tiene que ser ejemplar porque si los jueces son corruptos (…) es que es una barbaridad, estamos en el peor de los mundos. Indiscutiblemente que tiene que estar bajo el escrutinio del pueblo, ser sancionado y no ser como intocable porque hoy día la sensación que tiene el pueblo es que es intocable el Poder Judicial. No puede ser. Todos, desde el Presidente de la República y todos su cargos tenemos que ser revocables, tiene que haber un organismo que nos permita la revocación del cargo a través de un plebiscito, de lo que sea. Entonces, los jueces incluso tendrán que ser nominados de manera distinta, de manera que exista un control real de la gente, sobre todos los cargos y el Poder Judicial es muy importante.
—¿Los jueces podrían ser elegidos democráticamente?
Podría ser porque además todos son nombrados políticamente. Ojo, que nadie crea que los jueces son nombrados así como ángeles que no tienen una posición ideológica ni política, ni que obedecen a favores políticos, ni mucho menos. Bueno, veamos lo que decía (Luis) Hermosilla y cómo se movían los favores.
—¿Estaría por la nacionalización de ciertas empresas claves?
Sí, ese es un proceso, pero la primera medida sería una política nacional que debe ser observada y acatada por el conjunto de las empresas del país. Esto va desde la seguridad alimentaria, seguridad energética, producción de bienes, mercado de capitales, por cierto. Y en torno a eso, aquellos que no quieran someterse a una política general reglamentada y legal, indiscutiblemente que tienen que pasar a mano del Estado, bajo la dirección del Estado.
—¿Ahí es cuando hablamos de expropiación?
No sé si expropiación es la palabra exacta, pero sí se analizará en su mérito si en realidad han hecho muchos negocios que no han sido especificados y si el Estado no lo sabe… habrá un arqueo general de cada una de las empresas en cuestión, pero lo fundamental es que ellas tienen que estar sí o sí dentro de una política general de desarrollo del país.
—¿Incluiría a las empresas que cuentan con capital chino?
Todas las empresas. No es que aquí uno esté viendo una política para unos y para otros, porque el país tiene una política y los inversores extranjeros aprovechan, sean de la nacionalidad que sean, las condiciones y actúan en consecuencia con la legislación que tenemos nosotros. Si cambio la legislación, todos tienen que estar de acuerdo con esta nueva legislación.
¿Estallido social en un próximo gobierno? “Quiera Eduardo Artés o no lo quiera”
—¿Cree que en un gobierno de derecha habrá paz social?
No, eso es imposible. Incluso con el continuismo de un gobierno de (Jeannette) Jara porque nadie quiere resolver los problemas de la crisis general de recursos que tiene el Estado. Algunos proponen barbaridades, proponen recorte en el gasto público de 6 mil millones de dólares, otros 2 mil. ¿Quién da más? Hablan de parásitos sobre los trabajadores públicos. Es una barbaridad, eso es que van a mandar a la cesantía a cientos de miles de personas. Ahora, necesitamos un Estado que cumpla con todo, pero al mismo tiempo fortalecer y tener los recursos (…) hay recursos en Chile, el problema es en manos de quienes están y para dónde se van porque ni siquiera se quedan en Chile.
—Si gana Kast ¿podría haber un nuevo estallido social? O un levantamiento popular, como lo califica ud.
Sí, sin duda porque la gente no va a aceptar (recorte en el gasto público). Mire lo que está pasando en Ecuador con un gobierno que tiene las mismas políticas de Kast, lo que pasó con Dina Boluarte (expresidenta de Perú), con (Javier) Milei que corre como desperado a besarle las manos cada 15 minutos a Donald Trump para que le pase dinero (…) esas políticas que ellos creen, que achicando el gasto del Estado van a resolver los problemas, pero lo achica en lo que es la inversión social que ellos llaman gasto. Entonces, se va a producir, quiera Eduardo Artés o no lo quiera. No es gobernable, va a traer una explosión social cualquier gobierno que no busque los recursos donde corresponde y que aplique el gasto del Estado.
—¿Esa explosión social podría pasar en un eventual gobierno de Jeannette Jara?
Evidentemente porque con Jara, aunque no de la misma manera ni la misma proporción que ha planteado la ultraderecha, también está claro que van a haber recortes porque o sino veamos los recortes que ya está haciendo Boric. Ellos van en esa misma línea. Ahora, no sé cómo va a ser eso, si más rápido o menos rápido de acuerdo a la profundidad de los recortes que tome cada uno.
—En una entrevista, en Radio Pauta, dijo “si no movilizo a la gente en menos de un mes o dos meses, me dan un Golpe de Estado con el programa que yo tengo”. ¿Mantiene esos dichos? ¿Por qué cree que sería así?
Una cosa muy simple, esa es la experiencia de la historia. El que hace transformaciones que toca al empresariado… me preguntaba por qué no fui a Enade, ¿por qué cree que no fui? No fui porque indiscutiblemente sé la naturaleza, qué intereses tienen y hasta dónde están dispuestos a llegar para defender sus intereses.
—¿Desconfía del empresariado?
No, no es que desconfíe, tengo la claridad con datos en la historia y en la vida de cómo han reprimido al pueblo, cómo han hambreado los trabajadores, cómo tienen ganancias, la plusvalía desorbitada y cómo no paran nunca en buscar la manera de abultar la billetera a costa de expropiar el trabajo ajeno, porque ellos roban al trabajo ajeno, le roban a los trabajadores, no le pagan lo que corresponde y eso es una realidad. Esa es la verdad.
—Pero en caso de llegar a la Presidencia tendría que reunirse con ellos, ¿le incomodaría?
No, ahí es distinto porque estamos en una posición distinta, en el comando del país. Hoy día ellos invitaron a los candidatos, pusieron el formato, pusieron la música, la comida, los espectadores, para que los candidatos vayan a sus cosas y yo no voy a ir donde sé que tienen una concepción política ideológica totalmente distinta a la mía.
Internacional: relaciones diplomáticas con Bolivia y situación en la Franja de Gaza
—En materia internacional, ¿está por retomar las relaciones diplomáticas con Bolivia?
Nosotros solamente con el así llamado Estado de Israel vamos a romper todo tipo de relaciones, pero todas. Incluso vamos a proponer en las Naciones Unidas (ONU) que sea expulsado porque consideramos que no es un Estado, es una entidad de colonos que han usurpado tierras que no les pertenecen. Con los demás, con los vecinos Bolivia, Perú y con Argentina, claro que nos necesitamos e independientemente incluso de los gobiernos que tengan. Buscaríamos las mejores relaciones, la no injerencia en los asuntos internos entre uno y otros, y la cooperación.
—Hay un tema que no ha estado en el centro del debate ahora, pero sí en el pasado. Voces de izquierda -tanto en Chile como en Bolivia- proponían el intercambio de gas por mar. ¿Qué opina de esa iniciativa? ¿La ve viable?
Yo creo que siempre hay que buscar aquellas cuestiones que cooperen y que sean de beneficio mutuo. Claro, nosotros no podemos perder nada y nadie tiene que perder nada. Las cosas se conversan, pero no sé si esa es la forma, no la tengo analizada. Puede que ni siquiera lo sea, pero cualquier tipo de relación frente al tema de la salida al mar, o no, pasa evidentemente por los intereses nacionales nuestros y seguramente los del pueblo boliviano.
—¿Pero no tendría problemas en evaluar lo de ceder territorio? A cambio de gas, por ejemplo.
No, no estoy por ceder territorio (…) en ningún caso cuando a lo mejor podría hacer un canje, no tengo idea, en este momento uno no puede cerrarse, pero nunca en desmedro de que es nuestro.
—Volviendo al tema de Israel, ¿qué opina que la discusión sobre la situación en la Franja de Gaza se traslade a Chile? Por ejemplo, con tensión en la Patagonia o en Pucón, con campañas Pro-Palestina y acusaciones de “discriminación” por parte de la Comunidad Judía.
En primer lugar, yo no diría la Comunidad Judía porque hay gente de religión judía que está del lado de Palestina aquí mismo en Chile.
—Me refiero a la organización como tal.
La organización son los que están de acuerdo con el Estado de Israel, pero hay una parte importante de judíos en el mundo que desconocen al Estado de Israel, eso es una realidad objetiva que hay que dejarlo patente (…) sobre la entidad sionista que hoy día está metida una cantidad de negocios en Chile… con ellos, estamos por la ruptura absoluta de relación. Nosotros pensamos que hay que ser muy cuidadosos con lo del sur de Chile.
El sionismo es una posición de ultraderecha, fascista, dentro de la gente que se reconoce como religión judía. Cuando se forman, el primer lugar que tenían ubicado para construir el Estado de Israel (…) era la Patagonia chilena y argentina. Al final terminaron ahí en Palestina.
—¿Cree que está la posibilidad de una invasión en la Patagonia?
No sé si una invasión, pero al menos Milei ya les ha dicho que ante cualquier tragedia tienen en Argentina, y en la Patagonia, una nueva patria. Yo con eso me quedo hasta ahí (se ríe). No sé si invasión, pero al menos Milei lo dice y coincide con lo otro.
Personajes que inspiran a Artés y la caricatura de comunistas con iPhone
—¿Hay algún personaje de la política chilena, actual o histórico que lo inspire?
Sí, un dirigente obrero, popular, fundador de la antigua CUT (…) un hombre que estuvo siempre a la cabeza de lo más correcto del movimiento sindical chileno: Clotario Blest Riffo.
—¿Y en las artes? ¿Qué autores o artistas de música, cine?
De cine soy bien poco dado, pero en general nosotros tenemos una cantidad de intelectuales que son enormes.
—¿Y algún grupo musical?
A mí me gustaban mucho Los Prisioneros, además forman parte de mis tiempos, de la historia y es gente muy valiente. Y en la literatura hay un grande que para mí es muy grande, que es Pablo de Rokha.
—Se hizo viral el tema de si un comunista puede o no tener iPhone, ¿no cree que hay un poco de caricatura al respecto?
Más que caricatura. ¿Quiénes han impulsado la ciencia siempre? Ha sido la izquierda, los comunistas en el mundo entero. El desarrollo científico que se alcanzó en la ex Unión Soviética fue espectacular. ¿Los primeros teléfonos móviles dónde fueron hechos? En la antigua Unión Soviética. Entonces, ¿nosotros cómo nos podemos negar a tener algo que ha sido construido por científicos, por trabajadores? (…) es producto de la inteligencia y del trabajo de los seres humanos, de los trabajadores, de los intelectuales, etc. Hoy día la República Popular China tiene un nivel de desarrollo tecnológico impresionante. El 70% de la economía en China está en manos del Estado y el resto está bajo la dirección del Partido Comunista, así mismo sean privadas. ¿Cómo vamos a estar contra eso?
—¿Cuál es su opinión del modelo económico en China? ¿Es su modelo a seguir?
No, no existe un modelo, lo que existen son principios, experiencias en la construcción de una sociedad socialista o en camino al socialismo.
—¿No lo considera capitalismo chino?
Todo el mundo cae en una cuestión de ignorancia muy grande. Una cosa es el capitalismo, otra cosa es el comunismo y al medio hay una etapa de transición que se llama socialismo. Ahí conviven formas distintas (…) en el primer momento los chinos ni siquiera el llamaban socialismo, sino nueva democracia y ahora hablan de socialismo con características chinas. Y así hasta que avancen, dicen ellos, que van en una etapa de construcción porque se trata de desarrollar las fuerzas productivas para darle bienestar a la mayoría. Entonces, ¿un socialismo avanzado y completo? No, está en proceso. ¿Capitalismo? Tampoco (…) entonces, estamos frente a otra cosa.
—¿Le gustaría replicar eso acá en Chile?
No, yo creo que hay que aprender de eso, ver lo que es aplicable y lo que no porque lo que no sirve no lo puedes aplicar. Son realidades distintas y desafíos distintos.
—Y volviendo al tema, ¿ud. qué teléfono tiene? ¿No tiene un iPhone?
No, no tengo un iPhone… ni siquiera le cacho la marca, es muy viejo (se ríe). Tengo que cambiarlo luego porque de repente me complica, creo que cumplió toda la vida útil con creces.
—Pero se puede comprar un iPhone, entonces.
(Se ríe). Claro, ¿por qué no? Es cosa de tener las lucas, juntarlas. Uno siempre tiene que aspirar a tener lo que mejor le sirva y no tiene por qué haber una inhibición, por ser de izquierda, de tener cosas de calidad. Nosotros creemos que todo el mundo tenga las cosas de calidad y la mejor calidad posible.
Fuente : biobiochile.cl